QUIEN PERSEVERA EN LA ORACIÓN, LLEGA MUY LEJOS Evangelio Sábado 12 de Noviembre 2022

QUIEN PERSEVERA EN LA ORACIÓN LLEGA MUY LEJOS         
Evangelio Sábado 12 de Noviembre 2022
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
Dice el santo Evangelio: “Jesús, para explicar a sus discípulos cómo tenían que orar siempre sin desanimarse, les propuso esta parábola: «Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los hombres. En la misma ciudad había una viuda que solía ir a decirle: "Hazme justicia frente a mi adversario." Por algún tiempo se negó, pero después se dijo: "Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esta viuda me está fastidiando, le haré justicia, no vaya a acabar pegándome en la cara."» °°° Lucas 18, 1-8. 
 
            Orar sin desfallecer, tiene su mérito, prueba la virtud de la paciencia, alcanza grandes méritos delante de Dios, permite la conversión de muchas personas.  Nuestro destino final será la salvación, si sabemos administrar correctamente los bienes recibidos, si sabemos perseverar, si llevamos una vida sacramental, si no fallamos en el sacramento de la reconciliación, Si la Eucaristía es el centro de nuestra vida espiritual, si la oración tiene esa connotación de que sea permanente. 

San Nicolás de Flüe oraba a su Señor diciendo: “Señor mío y Dios mío, quítame todo lo que me aleja de ti. Señor mío y Dios mío, dame todo lo que me acerca a ti. Señor mío y Dios mío, despójame de mí mismo para darme todo a ti. Señor mío y Dios mío dame la gracia de orar, que sea siempre y sin desfallecer”. 
 
            El Maestro de Nazareth es un excelente ejemplo de aquella persona que vive desde la oración, que piensa según su oración, que toma decisiones de acuerdo a la oración, que siempre se dejó guiar por la oración, desde su bautismo hasta el momento de su regreso al Padre celestial.  

La Escritura nos permite conocer la vida de oración del Maestro: Siempre tuvo tiempo para orar. Oraba estando a solas con Dios. Dedicó suficiente tiempo a la oración. Utilizó el silencio como medio de oración. La misma oración le recordaba su perseverancia en la misión que el Padre le había encomendado.
 
            La oración definió propiamente la vida del Hijo de Dios. Recordemos algunos momentos: “Estuvo toda la noche en oración y en la mañana eligió quienes iban a ser sus discípulos” (Lucas 6, 12). “De madrugada, en silencio y a solas, se puso en actitud de oración”. (Marcos 1, 35). “Cuando terminaba una actividad apostólica, despidió a la gente, y se fue a orar en silencio y a solas” (Mateo 14, 22). “Les enseñó a sus discípulos a orar”. (cfr. Lucas 11, 1-4). 

“Jesucristo recomienda una oración sincera, directa con Dios, en un lugar solitario, cerrando la puerta, y hablando en lo secreto con Dios”. (Mateo 6, 5-6). “Jesucristo, recomienda adorar a Dios con espíritu y lealtad” (Juan 4, 21-24). “Terminó su vida encomendando su espíritu al Padre celestial” (Lucas 23, 46).
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