¿Cuáles son los deseos de Dios?: Un cualificado cristiano que sea sal de la tierra y luz del mundo. Un creyente en Dios que aprenda a perdonar siempre, ora por sus enemigos, vive en paz con los demás, su regla de vida es el amor y la misericordia (cfr. Colosenses 3, 13-15). Ese es el modelo de servidores que quiere Dios en el mundo. Dios supera la manera común en el pensar de los seres humanos: Dios sana porque tú crees en Él, en su poder y en su misericordia, porque comienzas una vida nueva que va a servir de ejemplo para los demás. Dios quiere que las reglas de comportamiento de un creyente sean: Bondad, caridad y misericordia.
El
salmo 117 es un elocuente Himno a la misericordia, gratísimo ejemplo del ser y
del rostro de Dios: “Diga la casa de Israel: eterna es su misericordia. Diga la
casa de Aarón: eterna es su misericordia. Digan los fieles del Señor: eterna es
su misericordia.
Jesucristo es el Maestro del amor
y de la misericordia. Él mismo propone una cultura, una sociedad de la
misericordia, de la hermandad y el perdón. El Papa Francisco enseña que: La
misericordia de Dios es un amor puro que responde a las necesidades humanas de
una manera inesperada o inmerecida por nosotros. La misericordia es como un
perdón inextinguible de Dios que nos regala por su inmensa ternura... En
estos tiempos que vivimos, la misericordia cobra un valor muy importante en la
sociedad.