24 de marzo de 2022

EL DIABLO NUNCA TIENE LA RAZÓN. Evangelio Jueves 24 de marzo 2022.


EL DIABLO NUNCA TIENE LA RAZÓN
Evangelio jueves 24 de marzo 2022
Padre, Jairo Yate Ramírez
Arquidiócesis de Ibagué
Hay que distinguir lo que viene de Dios y lo que viene del maligno. Afirma el santo Evangelio: “Jesús expulsó un demonio que era mudo; sucedió que, cuando salió el demonio, rompió a hablar el mudo, y las gentes se admiraron. Pero algunos de ellos dijeron: «Por Beelzebul, Príncipe de los demonios, expulsa los demonios.» Otros, para ponerle a prueba, le pedían una señal del cielo. Pero él, conociendo sus pensamientos, les dijo: «Todo reino dividido contra sí va a la ruina y se derrumba casa por casa.” (Lucas 11, 14-23). 

El poder y la Gracia de Dios están por encima de cualquier tipo de mentalidad y concepto individual. Resistirse a aceptar el Misterio de Dios y su Reino, es abrir la posibilidad al pecado. Muchas formas de pecado nacen ante la terquedad humana, se anidan fácilmente en el corazón nuestro porque encuentran el terreno apto para subsistir.  Desconocemos el poder de Dios y caemos en el pecado contra el Espíritu Santo. (cfr. Marcos 3,29). 

Toda división necesariamente es fruto del pecado. Combatir el pecado, es imposible para quien está lejos de la Gracia de Dios, para aquel que vive su prepotente historia, para aquel que cree dominar todo tipo de situaciones. No siempre tenemos la razón; hay alguien que la tiene mejor que nosotros.

Dice la Escritura: “Todo el que hace el mal odia la luz y no se acerca a la luz, para que no le echen en cara sus obras” (Juan 3,20). Quien logra entender la vida desde el don de la fe, reconoce quién es el que rescata su vida, quién es el que perdona sus faltas, quién es el que limpia su alma; tal como lo afirma el apóstol: “Dios nos amó, a pesar de estar muertos por nuestros pecados, nos dio una nueva vida en Cristo” (Efesios. 2,4).  

            El Papa Francisco nos propone pensar en la posibilidad de dónde viene el mal, por qué aparece el maligno, no necesariamente las cosas salen bien en todo momento: “En un camino de fe las tentaciones vuelven siempre, el mal espíritu no se cansa nunca. Cuando el demonio ha sido expulsado tiene paciencia, espera para volver y si lo dejas entrar se cae en una situación peor. De hecho, antes se sabía que era el demonio que atormentaba. 

Después, el Maligno se ha escondido, viene con sus amigos muy educados, llama a la puerta, pide permiso, entra y convive con el hombre, su vida cotidiana y, juega y juega, da las instrucciones. Con esta modalidad educada el diablo convence para hacer las cosas con relativismo, al tranquilizar la conciencia. Anestesiar la conciencia.” (Homilía, 9 de octubre, 2015).