MISERICORDIA ES EL CAMINO DE DIOS
Evangelio.
MARTES 29 DE MARZO 2022
Padre,
Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Había allí un
hombre que llevaba treinta y ocho años enfermo. Jesús, viéndole tendido y
sabiendo que llevaba ya mucho tiempo, le dice: «¿Quieres curarte?» Le respondió
el enfermo: «Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se agita
el agua; y mientras yo voy, otro baja antes que yo.» Jesús le dice: «Levántate,
toma tu camilla y anda.» Y al instante el hombre quedó curado, tomó su camilla
y se puso a andar. Pero era sábado aquel día.” (Juan 5, 1-16).
La Buena Nueva del Maestro de
Nazareth realmente impacta ante la sociedad, para poder comprenderla se
necesita gozar o adaptarse a una nueva mentalidad. El novedoso actuar de
Dios en la persona de Jesús, beneficia a unos, escandaliza a otros y sorprende
a todos. Aprendemos a entender el mensaje de salvación desde las
controversias por los comportamientos del Maestro ante la ley que los seres
humanos piensan que está por encima, del perdón, atender los enfermos, tener
tiempo para los demás, ayunar más como un medio de conversión y no el
cumplimiento de una ley.
El mundo pregunta: ¿Por qué hace en sábado, lo que no
es lícito? Si cura en sábado, los legalistas están al acecho para poder acusar
al salvador del mundo.
En la personalidad del Maestro de Jerusalén
existe el equilibrio genial entre lo que él anuncia, lo que hace y el resultado
que espera como aprendizaje de cada uno de nosotros: Lo que él anuncia es el
Reino de su Padre celestial, (cf. Lucas 8,1); lo que él hace es practicar la
misericordia y la caridad con los demás, (cf. Marcos 1,34); el resultado de ese
proceso es la conversión de cada persona que se pone al servicio de Dios en el
mundo, (cfr. Marcos 1,31). Jesucristo sabe lo que hace y sabe cómo hacerlo:
Aprovecha el momento para educar y formar.
Escándalo es el ambiente más
propicio para descubrir el velo de la incredulidad. Jesús se hace piedra de
escándalo, pone a prueba la fe del pueblo (Isaías 8, 14-15). El Maestro se
convierte en signo de contradicción (Lucas 2, 34-35). El Papa Francisco afirma
que, para ser fieles a la ley, sin descuidar la justicia, sin descuidar el amor
es el camino contrario: desde el amor a la integridad; desde el amor al
discernimiento; desde el amor a la ley.
Este es el camino que nos enseña Jesús,
totalmente opuesto al de los doctores de la ley. Y este camino del amor a la
justicia, lleva a Dios. En cambio, el otro camino, el de estar apegados
únicamente a la ley, a la letra de la ley, lleva al cierre, lleva al egoísmo.
(cfr. Homilía, 31 de octubre 2014).