CONSEJO SABIO: ESCUCHA, DECIDE Y ACTÚA
Evangelio Sábado 8 de octubre 2022
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
Dice el Santo Evangelio: “Mientras Jesús hablaba a las gentes, una mujer de entre el gentío levantó la voz, diciendo: «Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te criaron.» Pero él repuso: «Mejor, dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen.» Lucas 11, 27-28.
María escucha,
decide y actúa. (cfr. Homilía 31 de mayo 2013). María, mujer de la escucha, abre nuestros
oídos; haz que sepamos escuchar la Palabra de tu Hijo Jesús entre las mil
palabras de este mundo; haz que sepamos escuchar la realidad en la que vivimos,
cada persona que encontramos, especialmente aquella que es pobre, necesitada,
en dificultad.
Escuchar y poner en práctica la
Palabra de Dios, es el programa de vida para un cristiano. Para Dios es muy
importante que las personas aprendan a escuchar. Quien escucha entiende,
comete menos errores, es alguien obediente. Dice la Sagrada Escritura: “El que
tiene oídos para oír, que oiga” (Mateo 11,15). “Todos deben estar listos para
escuchar, y ser lentos para hablar y para enojarse.” Santiago 1,19). “No se
contenten solo con escuchar la palabra, pues así se engañan ustedes mismos.
Llévenla a la práctica” (Santiago 1,22).
“El que escucha la Palabra, prospera”
(Proverbios 16,20). “Pongan en práctica lo que de mí han aprendido, recibido y
oído, y lo que han visto en mí, y el Dios de paz estará con ustedes”.
(Filipenses 4, 9).
“La fe viene como resultado de escuchar el mensaje, y el
mensaje que se oye es la palabra de Cristo.” (Romanos 10,17). La Palabra de
Dios que tenemos, leemos y reflexionamos, es por inspiración divina y por
aquellos que escucharon su Palabra y la pusieron por escrito. Se dejaron guiar
por el Espíritu de Dios.
El Papa emérito Benedicto XVI nos
propone pensar en la posibilidad de Escuchar la voz de Dios y reconocer a Jesús
de Nazaret: En la predicación de los Apóstoles y de sus sucesores: en ella
resuena la voz de Cristo, que llama a la comunión con Dios y a la plenitud de
vida, según el Evangelio de san Juan: “Mis ovejas escuchan mi voz; yo las
conozco y ellas me siguen. Yo les doy vida eterna y no perecerán jamás, y nadie
las arrebatará de mi mano” (Juan 10, 27-28). (cfr. Ángelus, 25 de abril, 2010).
SI DESEAS ESCUCHAR EL AUDIO DE ESTA REFLEXIÓN HAZ CLICK AQUÍ
https://youtu.be/0X2qWLdMml8
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