Evangelio
Sábado 29 de octubre 2022
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
Afirma el Santo Evangelio: “Entró Jesús en casa de uno de los principales fariseos para comer, y ellos le estaban espiando. Notando que los convidados escogían los primeros puestos, les propuso esta parábola: «Cuando te conviden a una boda, no te sientes en el puesto principal, no sea que hayan convidado a otro de más categoría que tú; y vendrá el que os convidó a ti y al otro y te dirá: "Cédele el puesto a éste." Entonces, avergonzado, irás a ocupar el último puesto.” °°° Lucas 14, 1.7 – 11.
Existen comportamientos que no
son afines a una persona creyente, a una persona bautizada, a una persona
comprometida con la misión que Dios le ha encomendado. En la mente de Dios,
no existe la posibilidad de descartar a las demás personas. Tampoco discriminar
las personas. Mucho menos sentir por encima de los demás o creerse más
importante que los demás. Si alguien desea servirle a Dios, la primera
tentación que debe superar es creerse más importante que los demás o creer
que se merece ese puesto o ese título en nombre de la misión del Salvador del
mundo. Al contrario. La Escritura recomienda: “Todo el que se ensalce, será
humillado; y el que se humille, será ensalzado” (Lucas 14, 11).
El buen, el auténtico, el
recomendado, comportamiento de un buen discípulo de Jesucristo es la humildad,
la sencillez, el servicio, la dedicación, el altruismo en la misión
encomendada. Un apóstol se debe guiar
por la identidad de su Maestro. Por ejemplo: La misericordia de Dios, la
asimilamos desde la humildad y la pobreza del espíritu. Toca el corazón de Jesús, la necesidad de
cada uno de nosotros, pero también se explica su deferencia por la humildad y
compromiso de quienes lo escuchan. San
Pablo apóstol, recomienda para un buen apostolado, que el discípulo cuente
con los sentimientos de compasión, humildad, benevolencia, mansedumbre y
paciencia. Dios quiere ese modelo de seguidores. (cfr. Colosenses 3, 12-14).
El Papa Francisco tiene unas
excelentes recomendaciones para vivir la fe, la misión y la vocación a la que
Dios nos ha llamado, en el campo de la humildad. Por ejemplo: Dice el santo
Padre que es muy importante no caer en la tentación de pertenecer a grupos
que manipulan el poder en la comunidad. La persona que es humilde, debe
entender el poder como el servicio. Quien es humilde, se sabe comunicar
perfectamente con Dios.
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
Afirma el Santo Evangelio: “Entró Jesús en casa de uno de los principales fariseos para comer, y ellos le estaban espiando. Notando que los convidados escogían los primeros puestos, les propuso esta parábola: «Cuando te conviden a una boda, no te sientes en el puesto principal, no sea que hayan convidado a otro de más categoría que tú; y vendrá el que os convidó a ti y al otro y te dirá: "Cédele el puesto a éste." Entonces, avergonzado, irás a ocupar el último puesto.” °°° Lucas 14, 1.7 – 11.
La persona que se dedica a ser humilde, siempre
tendrá autoridad sobre los demás, por su buen ejemplo y testimonio. Quien
practica bien la humildad, es amable, es manso de corazón, no regaña y su mayor
deseo es educar y compartir con los demás.
SI DESEAS ESCUCHAR EL AUDIO DE ESTA REFLEXIÓN HAZ CLICK AQUÍ
https://youtu.be/60h5xOS01jU
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