EL APÓSTOL DEPENDE DE SU MAESTRO Evangelio Viernes 28 de Octubre 2022

EL APÓSTOL DEPENDE DE SU MAESTRO                    
Evangelio Viernes 28 de octubre 2022
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
Dice el santo Evangelio: “Subió Jesús a la montaña a orar, y pasó la noche orando a Dios. Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, escogió a doce de ellos y los nombró apóstoles: Simón, al que puso de nombre Pedro, y Andrés, su hermano, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago Alfeo, Simón, apodado el Celotes, Judas el de Santiago y Judas Iscariote, que fue el traidor. Bajó del monte con ellos y se paró en un llano.” °°° Lucas 6, 12-19.
 
            A Jesucristo se le ocurre la idea de formar un nuevo pueblo, una comunidad de señores que serán en el futuro los apóstoles, quienes representarán a su Maestro, se identificarán con él, cumplirán con sus mandatos y sostendrán la obra de ofrecer medios de salvación para el mundo. Los apóstoles llegan a la cima de su formación, cuando aprenden a interpretar y a vivir la Palabra de su Señor y saben con certeza en qué consiste la misión. Así que ser apóstol de Dios en el mundo, no es cambiar las reglas de juego, es convertirse en testigo del amor de Dios para la humanidad. 

Certeramente el Papa Francisco recomienda a un futuro apóstol del Señor, tres verbos dinámicos y comprometedores: Escuchar, discernir y vivir.  Quien escucha obedece. Quien discierne sabe cuál es su misión. Quien vive, se convierte en modelo para los demás.
 
            Recordando la identidad y la misión de los apóstoles, vamos aprendiendo desde la misma fuente el secreto de la grandeza de cada uno de ellos. Por ejemplo. Simón y Judas apóstoles guardan características que les permitieron vivir unidos en su misión. Ambos fueron llamados por Jesús para formar parte del grupo de sus 12 preferidos o apóstoles. Ambos recibieron el Espíritu Santo. Ambos hablaron con él después de su santa muerte y resurrección y presenciaron su gloriosa ascensión al cielo. Ambos sostuvieron con su muerte la verdad de su Maestro. 

De acuerdo a la historia, San Judas escribe una carta con el fin de fortalecer en la fe a los judío-cristianos y prevenirlos contra la doctrina de los falsos doctores. 
 
            El Papa emérito Benedicto XVI delinea las características de un buen apóstol.  Dice el Santo Padre: La primera característica, es “haber visto al Señor, es decir, haber tenido con él un encuentro determinante para la propia vida”. es el Señor el que constituye el apostolado, no la propia presunción. El apóstol no se hace a sí mismo, sino que lo hace el Señor; por tanto, necesita referirse constantemente al Señor. 

La segunda característica, es la de “haber sido enviado”, es decir, “embajador y portador de un mensaje.  Esto implica decir que un apóstol no debe tener ningún interés personal. La tercera, finalmente, es la dedicación completa de la vida a esta misión.” (cfr. Audiencia, 10 de septiembre 2008).
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