ORACIÓN: MISERICORDIA Y BUENAS OBRAS
Evangelio Miércoles 5 de octubre 2022
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
Dice el santo Evangelio: “Estaba Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: «Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos.» Él les dijo: «Cuando oréis decid: "Padre, santificado sea tu nombre, venga tu reino, danos cada día nuestro pan del mañana, perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe algo, y no nos dejes caer en la tentación.» Lucas 11, 1-4.
El Papa emérito Benedicto
XVI enseña que: La oración no es solamente el aliento del alma, sino, para usar
una imagen, es también el oasis de paz en el que podemos sacar el agua
que alimenta nuestra vida espiritual y transforma nuestra existencia.
Santo Tomás de Aquino, el doctor
angélico de Roccaseca indicaba el efecto principal de la oración: A Dios debemos
honrarle por medio de una alabanza que brote no sólo de los labios sino
sobre todo del corazón; debemos honrarle también por la pureza de nuestro
cuerpo y el ejercicio de la justicia con el prójimo. Por ser nuestro Padre
debemos igualmente imitarle por la perfección del amor y de una misericordia
que vaya siempre acompañada por las obras.
A Dios Padre también hay que
obedecerle imitando a Cristo que se hizo obediente hasta la muerte. Debemos del
mismo modo aceptar con paciencia sus correcciones, sabiendo que -como dice el
libro de los Proverbios 3, 11-12- el Señor corrige a quien ama.
El Papa Francisco recuerda que el
protagonista principal de la oración cristiana es el Espíritu Santo. Nosotros
no podríamos rezar nunca sin la fuerza del Espíritu Santo. Es él quien reza en
nosotros y nos mueve a rezar bien. (cfr. Audiencia, 22 de mayo 2019).
SI DESEAS ESCUCHAR EL AUDIO DE ESTA REFLEXIÓN HAZ CLICK AQUÍ
https://youtu.be/exZoHYKHkMI
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