30 de octubre 2022. La Iglesia debe tener siempre la mirada de Cristo. Ángelus Regina Coeli, Papa Francisco. 31 y un domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo “C”. el Santo Padre señaló que, “el cruce de miradas entre Zaqueo y Jesús parece resumir toda la historia de la salvación: la humanidad con sus miserias busca la redención, pero ante todo Dios con misericordia busca a su criatura para salvarla”.
Renato Martínez - Ciudad del Vaticano
Dos miradas que se buscan
Al comentar el Evangelio que la liturgia propone para este
XXXI Domingo del Tiempo Ordinario, el Santo Padre dijo que, la narración está
centrada en el encuentro entre Jesús y Zaqueo, en las dos miradas que se
buscan: la mirada de Zaqueo que busca a Jesús y la mirada de Jesús que busca
a Zaqueo.
“En el centro de este relato está el verbo buscar. Zaqueo
‘trataba de ver quién era Jesús’ y Jesús, después de encontrarse con él,
afirma: El Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba
perdido”.
La mirada de Zaqueo, que busca la salvación
El Papa Francisco comentando la primera mirada, la de
Zaqueo, dijo que este publicano, cobraba impuestos en nombre de los dominadores
romanos y se aprovechaba de su posición. Por ello, Zaqueo era rico, odiado por
todos y señalado como pecador. El texto dice que "era pequeño de
estatura" y con ello quizá alude también a su bajeza interior, a su vida
mediocre, deshonesta, siempre mirando hacia abajo.
“Sin embargo, Zaqueo quiere ver a Jesús. Corrió más delante
– dice el Evangelio – y, para poder verlo, se subió a un sicomoro, porque tenía
que pasar por allí (v. 4). Zaqueo, en su bajeza, siente la necesidad de buscar
otra mirada, la de Cristo. Todavía no lo conoce, pero espera que alguien lo
libere de su condición, que lo saque del fango en el que se encuentra”.
“Esto es fundamental: Zaqueo nos enseña que, en la vida,
nunca está todo perdido. Siempre podemos dar espacio al deseo de volver a
empezar, de recomenzar, de convertirnos”
La mirada de Jesús, que salva con misericordia
En este sentido, precisa el Santo Padre, es decisivo el
segundo aspecto: la mirada de Jesús. Él ha sido enviado por el Padre a
buscar a los que estaban perdidos; y cuando llega a Jericó, pasa justo al
lado del árbol donde está Zaqueo.
“El Evangelio narra que «Jesús levantó la mirada y le dijo:
Zaqueo, baja enseguida, porque hoy me tengo que quedar en tu casa» (v. 5). Es
una imagen muy hermosa, porque si Jesús tiene que levantar la mirada, significa
que mira a Zaqueo desde abajo. Esta es la historia de la salvación: Dios no
nos ha mirado de lo alto para humillarnos y juzgarnos; al contrario, se
abajó hasta lavarnos los pies, mirándonos desde abajo y devolviéndonos la
dignidad”.
“Así, el cruce de miradas entre Zaqueo y Jesús parece
resumir toda la historia de la salvación: la humanidad con sus miserias busca
la redención, pero ante todo Dios con misericordia busca a su criatura para
salvarla”
Jesús siempre nos mira con amor
Por todo ello, el Papa Francisco invita a recordar que, la
mirada de Dios nunca se detiene en nuestro pasado lleno de errores, sino que
mira con infinita confianza lo que podemos llegar a ser. Y si a veces nos
sentimos personas de baja estatura, no a la altura de los desafíos de la vida,
y mucho menos del Evangelio, sumidos en problemas y pecados, Jesús siempre nos
mira con amor: como con Zaqueo, sale a nuestro encuentro, nos llama por nuestro
nombre y, si lo acogemos, viene a nuestra casa.
“Entonces podemos preguntarnos: ¿cómo nos miramos a
nosotros mismos? ¿Nos sentimos inadecuados y nos resignamos, o es ahí,
cuando nos sentimos abatidos, cuando buscamos un encuentro con Jesús? Y luego:
¿qué mirada tenemos hacia los que se han equivocado y luchan por levantarse del
polvo de sus errores? ¿Es una mirada desde arriba, que juzga, desprecia y
excluye?”.
La Iglesia debe tener siempre la mirada de Cristo
El Santo Padre concluyó señalando que, “los cristianos
debemos tener la mirada de Cristo, que abraza desde abajo, que busca a quien
está perdido, con compasión. Esta es, y debe ser, la mirada de la Iglesia,
siempre, la mirada de Cristo”. Por ello, invitó a pedir a la Virgen María, de
la cual el Señor ha visto su humildad, el don de una mirada nueva sobre
nosotros y sobre los demás. Fuente: Vatican News.