21 de octubre de 2022

FE Y CONVERSIÓN, BINOMIO PERFECTO Evangelio Sábado 22 de Octubre 2022


FE Y CONVERSIÓN, BINOMIO PERFECTO.                     
Evangelio Sábado 22 de octubre 2022
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
Dice el Santo Evangelio: “Se presentaron algunos a contar a Jesús lo de los galileos cuya sangre vertió Pilato con la de los sacrificios que ofrecían.
Jesús les contestó: «¿Pensáis que esos galileos eran más pecadores que los demás galileos, porque acabaron así? Os digo que no; y, si no os convertís, todos pereceréis lo mismo.
Y aquellos dieciocho que murieron aplastados por la torre de Siloé, ¿pensáis que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Os digo que no; y, si no os convertís, todos pereceréis de la misma manera.» °°° Lucas 13, 1-9.
 
            La conversión de cada persona es necesaria, es obligatoria, es muy peligroso dejar de hacer lo que se debería hacer. En la historia del cristianismo, hombres, mujeres, santos, santas, mártires, profetas, apóstoles, evangelizadores, han lo grado agradar a Dios, alcanzar la plenitud de la misión encomendada, gracias a la conversión.  En la mente de Dios no existe la condenación. Los sentimientos del creador apuntan más a la conversión. Dios no desea la muerte del malvado, sino que renuncie a su mala conducta y que viva. (Ezequiel 38, 11). Los Ninivitas convencieron a Dios de no provocar una catástrofe, precisamente con la conversión de su mala vida y con el ayuno. (cfr. Jonás 3, 1-5).
 
            Fe y conversión de vida, forman un binomio perfecto que da como resultado: Un cualificado cristiano que debe ser sal de la tierra y luz del mundo. Un creyente en Dios que aprende a perdonar siempre, ora por sus enemigos, vive en paz con los demás, su regla de vida es el amor y la misericordia. Es muy válida la recomendación del apóstol san Pablo para quienes viven en Colosa. Les indica cómo debe ser su “Modus vivendi” "Sopórtense y perdónense unos a otros si uno tiene motivo de queja contra otro. Como el Señor los perdonó, a su vez hagan ustedes lo mismo." (Colosenses 3, 13).
 
            La conversión es un factor determinante para la expansión del cristianismo. Nuestra Iglesia en sus primeros siglos tuvo la experiencia de una cantidad de medios y expresiones que se fueron dando a favor del anuncio de la Palabra, la organización de nuevas comunidades con la impronta de Cristo resucitado. El Maestro tenía toda la razón, cuando enseñó el principio y fundamento de su Iglesia: “El tiempo se ha cumplido: el Reino de Dios está cerca. Conviértanse y crean en el Evangelio». (Marcos 1, 15).
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