5 de febrero de 2024

A DIOS SE LE DA CULTO EN ESPÍRITU Y VERDAD Evangelio martes 6 de febrero 2024


A DIOS SE LE DA CULTO EN ESPÍRITU Y EN VERDAD 
      
Evangelio martes 6 de febrero 2024
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Los fariseos con algunos escribas llegados de Jerusalén se acercaron a Jesús, y vieron que algunos de sus discípulos comían con las manos impuras, es decir, sin lavar. Los fariseos, en efecto, y los judíos en general, no comen sin lavarse antes cuidadosamente las manos, siguiendo la tradición de sus antepasados;
y al volver del mercado, no comen sin hacer primero las abluciones. Además, hay muchas otras prácticas, a las que están aferrados por tradición, como el lavado de los vasos, de las jarras, de la vajilla de bronce y de las camas.
            Entonces los fariseos y los escribas preguntaron a Jesús: “¿Por qué tus discípulos no proceden de acuerdo con la tradición de nuestros antepasados, sino que comen con las manos impuras?” Él les respondió: “¡Hipócritas! Bien profetizó de ustedes Isaías, en el pasaje de la Escritura que dice: “Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. En vano me rinde culto: las doctrinas que enseñan no son sino preceptos humanos”. °°° Marcos 7, 1-13.
 
            En materia de fe es muy importante no caer en la tentación de rendirle un culto vacío a Dios. Parece que el tema fuera exclusivamente histórico bíblico, pero la verdad es que siguió avanzando a lo largo de los siglos. Dios, nos podrá decir, ante nuestras actitudes: “Me honran con los labios, pero su corazón está lejos de mí”. El culto que le damos a Dios, muchas veces se queda en el vacío. Se hace necesario regresar a los primeros principios de la sapiencia divina: “No añadas nada a lo que te mando ni suprimas nada; guarda los preceptos del Señor tu Dios, como hoy te los doy” (Deuteronomio 4, 2).
 
            La persona que se acostumbra a proceder honradamente, a practicar la justicia, no hacer mal a nadie, no difamar de nadie, no prestarse para ningún soborno; esa persona nunca fallará. (cf. Salmo 14). Vivir auténticamente una religión, en una sociedad; es permitir la limpieza de corazón, la transparencia de espíritu, centrar la fe en Dios y en su Palabra. 
 
El apóstol Santiago enseña muy bien la combinación entre escuchar la Palabra de Dios y simultáneamente ponerla en práctica. Dice el santo: “No se contenten solo con oír la palabra, pues así se engañan ustedes mismos. Llévenla a la práctica. El que escucha la palabra, pero no la pone en práctica, es como el que se mira el rostro en un espejo y después de mirarse, se va y se olvida enseguida de cómo es. Pero quien se fija atentamente en la ley perfecta que da libertad y persevera en ella.” (Santiago 1, 22-27).
 
El Papa Francisco recuerda que el verdadero culto a Dios no comprende la discriminación, el odio, la violencia. (cfr. Discurso en Sri Lanka, 14 de enero, 2015).
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