QUE ALCANZÓ LA CIMA DE LA FE Evangelio jueves 22 de febrero
2024
Padre, Jairo Yate Ramírez.
Arquidiócesis de Ibagué
“Al llegar
a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: “¿Qué dice
la gente sobre el Hijo del hombre? ¿Quién dicen que es?”. Ellos le
respondieron: “Unos dicen que es Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías
o alguno de los profetas”. “Y ustedes, les preguntó, ¿Quién dicen que soy?”.
Tomando la palabra, Simón Pedro
respondió: “Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo”.
Y Jesús le
dijo: “Feliz de ti, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo ha revelado ni
la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en el cielo. Y Yo te digo: Tú
eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder de la muerte
no prevalecerá contra ella. Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos. Todo
lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en
la tierra, quedará desatado en el cielo”.
Mateo 16, 13-19.
San
Pedro es uno de los grandes personajes en la historia de la Iglesia Católica,
en el cristianismo, en el proceso de conversión de alguien que alcanza la cima
de la fe, gracias a que escuchó las recomendaciones de su Maestro. Es el
primero en ser llamado por el Maestro para que formara parte de su misión. Es
el primero que reconoce que su Maestro es el Mesías. Es quien tiene la gracia
de verificar la resurrección de su Maestro.
Es tan
interesante la vida de Pedro, que podemos disfrutar de una buena variedad de
escritos canónicos como los Evangelios, los Hechos de los apóstoles, las cartas
de Pedro.
Cuando
Jesucristo instituye su Iglesia, hizo de Simón Pedro, el rudo pescador del lago
de Bethsaida en Galilea, la piedra de su Iglesia. Le entregó las llaves de
ella y lo instituyó pastor del rebaño (Juan. 21, 15-17). San Pedro recibió de
Jesucristo este poder de “atar y desatar” y se ha ido transmitiendo a través
del tiempo.
Esta sucesión
de personas, desde San Pedro hasta nuestros días, se ha continuado a través de
21 siglos en la persona que todos conocemos como Santo Padre, Papa, o Sumo
Pontífice de la Iglesia Universal.
San
Juan Pablo II enseñaba que hablar de la Cátedra de san Pedro o de la sede,
es destacar el singular ministerio que el Señor confió al jefe de los
apóstoles, de confirmar y guiar a la
Iglesia en la unidad de la fe. En esto consiste el 'ministerium petrinum',
ese servicio peculiar que el obispo de Roma está llamado a rendir a todo el
pueblo cristiano. (cfr. Ángelus, 22 de febrero, 2004).
Existe en la basílica de
san Pedro, la famosa cátedra de Pedro, el trono tallado por Gian Lorenzo
Bernini a mediados del siglo XVII. El trono se apoya sobre cuatro grandes estatuas
de bronce que representan a cuatro Padres de la Iglesia: San Agustín, San
Ambrosio, San Anastasio y San Juan Crisóstomo.
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