Evangelio martes 13 de febrero
2024
Padre, Jairo Yate Ramírez.
Arquidiócesis de Ibagué
Ellos
hablaban entre sí que no tenían panes. Dándose cuenta, les dice: «¿Por qué
estáis hablando de que no tenéis panes? ¿Aún no comprendéis ni entendéis? ¿Es
que tenéis la mente embotada? ¿Teniendo ojos no veis y teniendo oídos no oís?
¿No os acordáis de cuando partí los cinco panes para los 5.000? ¿Cuántos
canastos llenos de trozos recogisteis?» «Doce», le dicen. «Y cuando partí los
siete entre los cuatro mil, ¿cuántas canastas llenas de trozos recogisteis?» Le
dicen: «Siete». Y continuó: «¿Aún no entendéis?» Marcos 8, 14-21.
El
Hijo de Dios sigue preocupado por saber, por qué razón las personas tienen todo
lo que necesitan para entender y dominar el mundo, y sin embargo no saben
usar lo que poseen. Sería extraño decir a los demás, tiene ojos y no puede ver,
tiene oídos y no puede escuchar, tiene boca y no puede hablar, tiene manos y no
sabe palpar, tiene pies y no sabe marchar. (cfr. Salmo 115). ¿En dónde estará
el punto de la necedad de los seres humanos? El profeta afirma que no saben ni
entienden, porque cerrados están sus ojos para no ver, su corazón para no
entender. (Isaías 44, 18).
El
Papa Francisco nos recuerda que sin la acción del Espíritu Santo no logramos
entender el mensaje de Dios. En las profecías estaba escrito que el Señor
habría venido a salvar a todos los pueblos, tal como lo refiere el capítulo 60
de la profecía Isaías. Y, sin embargo, muchos no comprendían estas palabras: No
entendían. No entendían que Dios es el Dios de las novedades: "Yo hago
todo nuevo", nos dice. Es que el Espíritu Santo ha venido precisamente para
esto, para renovarnos y continuamente hace este trabajo de renovarnos. (cfr.
Homilía, 28 de abril, 2015).
Cuídense
de la levadura de los fariseos. Advertencia del Maestro. El Papa Francisco
enseña que la hipocresía es el peligro más grave, porque puede arruinar también
las realidades más sagradas”. Jesucristo también es duro con los hipócritas. “para acoger a Dios no importa la destreza,
sino la humildad. Este es el camino para acoger a Dios”. Hay que “bajar del
pedestal y sumergirse en el agua del arrepentimiento”. “con Jesús la
posibilidad de volver a empezar está siempre, nunca es tarde. Nunca. (cfr.
Audiencia, 4 de diciembre, 2022).
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