16 de febrero de 2024

LA MISERICORDIA DE DIOS SE IMPONE Evangelio sábado 17 de febrero 2024


LA MISERICORDIA DE DIOS SE IMPONE ANTE EL JUICIO HUMANO
Evangelio sábado 17 de febrero 2024
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Salió Jesús y vio a un publicano llamado Leví, sentado en el despacho de impuestos, y le dijo: «Sígueme». El, dejándolo todo, se levantó y le siguió. Leví le ofreció en su casa un gran banquete. Había un gran número de publicanos, y de otros que estaban a la mesa con ellos.
 
Los fariseos y sus escribas murmuraban diciendo a los discípulos: «¿Por qué coméis y bebéis con los publicanos y pecadores?» Les respondió Jesús: «No necesitan médico los que están sanos, sino los que están mal. No he venido a llamar a conversión a justos, sino a pecadores». Lucas 5, 27-32.
 
            La misericordia de Dios se impone ante el juicio imprecativo de algunos creyentes. Ha existido una tentación de dividir el mundo creyente, entre aquellos que se sienten diferentes a los demás, porque cumplen externamente con todas las reglas de comportamientos y aquellos que son considerados pecadores.
 
La sorpresa es que existen cantidad de personas que viven sus vidas en el campo de la misericordia, pero como no cumplen con las reglas, nadie las tiene en cuenta. El Maestro enseña una religión donde los pecadores son los primeros invitados. La podemos llamar una religión de la misericordia y no del juicio.
 
            La Salvación que ofrece Jesucristo no es destruyendo a las personas sino renovando el espíritu de todos aquellos que deseen aceptar su mensaje de vida nueva. Quienes discriminan a los demás en una religión son los orgullosos, son aquellos que no entienden la misericordia y la bondad de Dios. Son aquellos que aparecen en el Cántico del Magnificat: “El poderoso hace obrar grandes por la humanidad, derriba del trono a los soberbios y enaltece a los humildes”. (cfr. Lucas 1, 46-55).
 
            El Papa Francisco habla de dos culturas en la forma de vivir la fe y nuestra religión. Afirma el santo Padre: “Una cultura del encuentro: Jesús ha querido encontrar, sobre todo, personas afectadas por la enfermedad y la discapacidad, para sanarles y devolverles su dignidad plena.
 
Es muy importante que justo estas personas se conviertan en testigos de una nueva actitud. Cultura de la exclusión: la cultura del prejuicio, porque se perjudica y se excluye. La persona enferma y discapacitada, precisamente a partir de su fragilidad, de su límite, puede llegar a ser testigo del encuentro”. (cfr. Discurso, 29 de marzo de 2014).
 
            El apóstol san Pablo propone la cultura de la misericordia con los demás. “Revístanse de la compasión tierna, la humildad, la bondad, la mansedumbre, la paciencia. Por encima de todo lleven el cinturón del amor”. (Colosenses 3, 13-15).
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