Evangelio domingo 4 de febrero
2024
Padre, Jairo Yate Ramírez.
Arquidiócesis de Ibagué
Al
atardecer, a la puesta del sol, le trajeron todos los enfermos y endemoniados;
la ciudad entera estaba agolpada a la puerta. Jesús curó a muchos que se
encontraban mal de diversas enfermedades y expulsó muchos demonios. Y no dejaba
hablar a los demonios, pues le conocían.” °°° Marcos 1, 29-39
Pensemos
en la siguiente pregunta: ¿A quiénes se les debe anunciar la Palabra y cuáles
son los sentimientos de esa misión?
La respuesta en sentido amplio, sería ir por todo el mundo, y dar a
conocer los planes de Dios. (Marcos 16, 15).
Una respuesta más estricta, sería un Evangelio para los pobres, los
humildes y los sencillos de corazón. Se trata de servirle a los demás. (cfr.
Lucas 22, 27).
Es una
propuesta universal que se detiene en un espacio particular. Para que ese anuncio tenga resonancia en el
corazón y los sentimientos de las personas requiere unos sentimientos. El Hijo de Dios combina perfectamente el
anuncio con la compasión, con la misericordia, con el perdón, con la salud,
con la preocupación por la otra persona. “Jesucristo tuvo compasión de las
personas, andan como ovejas que no tienen pastor” (Marcos 9, 36).
Todos
los que se han dejado guiar por el espíritu del Evangelio, han logrado el éxito
en la misión. Por ejemplo: San Pablo es un paradigma de aquella persona que
escuchó a Dios y cumplió su misión. Inició con su conversión y se arrepintió de su conducta inadecuada.
(cfr. Gálatas 1, 13). Empezó a evangelizar siendo muy fiel al pedido de
Jesucristo y selló su gran misión con sus epístolas. Le enseñó a la humanidad
que cuando las cosas no se hacen con amor, no somos nada.
Evangelizar
tiene que ver con el amor a los demás. (cfr. 1 Corintios 13, 2). San Pedro
sintetiza su misión anunciándola con los mismos sentimientos de Cristo. Dios
acepta con agrado a todos los que practican la justicia. (cfr. Hechos 10,
34-38). El Papa Francisco recomienda el
testimonio de vida, como el primer y gran medio de evangelización. Es
transmitir al Dios que cada cual lleva en su corazón. (cfr. Audiencia, 22 de
marzo, 2023).
2024 EN EL AÑO DEL HIJO JESUCRISTO
Nuestra Iglesia Católica nos enseña que el
Verbo o la Palabra de Dios, se encarnó, se hizo hombre para cumplir una misión ante
el mundo. La razón de su encarnación fue para salvarnos reconciliándonos con
Dios. (cfr. 1 de Juan 4, 10).
Dios envió
a su hijo para salvar el mundo. (cfr. 1 de Juan 4, 14). Los creyentes logramos
conocer el amor de Dios gracias a que la Palabra divina se encarnó y nos
permitió conocer el amor de Dios. (cfr. 1 de Juan 4, 9). El Verbo encarnado es
un ejemplo de santidad para nosotros. (Mateo 11, 29). (cfr. Catecismo.
456-459).
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