19 de febrero de 2024

LA ORACIÓN EXIGE SU PROPIA ACCIÓN Evangelio martes 20 de febrero 2024


LA ORACIÓN EXIGE SU PROPIA ACCIÓN 
 
Evangelio martes 20 de febrero 2024
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Jesús dijo a sus discípulos:
Cuando oren, no hablen mucho, como hacen los paganos: ellos creen que por mucho hablar serán escuchados. No hagan como ellos, porque el Padre de ustedes que está en el cielo sabe bien qué es lo que les hace falta, antes de que se lo pidan.
 
            Ustedes oren de esta manera: Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre, que venga tu Reino, que se haga tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a los que nos han ofendido. No nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del mal.
 
Si perdonan sus faltas a los demás, el Padre que está en el cielo también los perdonará a ustedes. Pero si no perdonan a los demás, tampoco el Padre los perdonará a ustedes.” Mateo 6, 7-15.
 
            La oración tiene su compañía ideal. Existe la inquietud de muchas personas: Quiero aprender a orar. Las respuestas no se dejan esperar. Según el tiempo y la extensión. Según el lugar. Según la cantidad de ideas. Según el silencio. Según fórmulas. Etc. Todas pueden ser válidas. Según la Escritura, el ideal de la oración que tenga su buena compañía. Por ejemplo: Oración y testimonio. Oración y buen ejemplo. Oración y caridad. Oración y misericordia. Oración y voluntad de Dios. Oración y virtudes cristianas.
 
            La oración puede ser verbal, un Padre Nuestro es un buen programa de oración. Existe la oración mental, en silencio. Puede ser la oración meditación, la llamamos Lectio divina, se medita la Palabra de Dios. La Sagrada Biblia propone varios modelos de oración: El primero, una oración de fe. El apóstol san Pablo recomienda: “Con el corazón se cree y con la boca se confiesa la salvación” (Romanos 10, 9-10). El segundo, nos ponemos de acuerdo para la oración: “Si dos se ponen de acuerdo para pedir algo, Dios los escuchará” (Mateo 18, 19).
 
            El tercero, Oración por la salud. “Si alguien está enfermos llame a los sacerdotes, para que ore sobre él” (Santiago 5, 14-15). El cuarto, Oración muy privada: “Entra en tu cuarto y habla con el Padre celestial” (Mateo 6, 6).
 
El quinto, oración de intercesión: “Los invito a que se hagan rogativas, oraciones y peticiones. Sin distinción de personas”. (1 Timoteo 2, 1) El sexto, Oración según la humildad. El publicano dice: “Señor soy un pecador, ten piedad de mí” (Lucas 18, 9-14).
 
Lo esencial en la oración es que vaya respaldada con la acción. No a la oración con palabrerías. No a la oración con la hipocresía. No a la oración aparentadora. No a la oración por llamar la atención.
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