19 de abril de 2024

EL ESPÍRITU ES EL ÚNICO QUE DA VIDA Evangelio sábado 20 de abril 2024


EL ESPÍRITU ES EL ÚNICO QUE DA VIDA          
Evangelio sábado 20 de abril 2024
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Después de escuchar la enseñanza de Jesús, muchos de sus discípulos decían: “¡Es duro este lenguaje! ¿Quién puede escucharlo?” Jesús, sabiendo lo que sus discípulos murmuraban, les dijo: “¿Esto los escandaliza? ¿Qué pasará, entonces, cuando vean al Hijo del hombre subir donde estaba antes? El Espíritu es el que da Vida, la carne de nada sirve.
 
Las palabras que les dije son Espíritu y Vida. Pero hay entre ustedes algunos que no creen”. En efecto, Jesús sabía desde el primer momento quiénes eran los que no creían y quién era el que lo iba a entregar.
            Y agregó: “Por eso les he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede”. Desde ese momento, muchos de sus discípulos se alejaron de Él y dejaron de acompañarlo. Jesús preguntó entonces a los Doce: “¿También ustedes quieren irse?” Simón Pedro le respondió: “Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de Vida eterna. Nosotros hemos creído y sabemos que eres el Santo de Dios”. Juan 6, 60-69.
 
            La mejor decisión en la vida de la fe, es quedarse con Jesús de Nazareth. Sólo Él tiene palabras de vida eterna. El mismo Maestro advierte: “El espíritu da la vida, la carne no sirve para nada”. El apóstol san Pablo explica de una manera práctica la diferencia entre las obras de la carne y las del espíritu. Por ejemplo, cuando alguien se deja guiar solo por la carne, cae fácilmente en las impurezas, la idolatría, la magia, el odio, la ira, la violencia, los celos, la ambición, la división, el sectarismo. 
 
            Cuando se deja conducir por el Espíritu de Dios, una persona goza de la caridad, la alegría, la paz, la comprensión, la generosidad, la bondad, la fidelidad, la mansedumbre, el dominio de sí. (Gálatas 5, 19-23). En la medida en que Dios pretende revelar al hombre su ser, en esa misma proporción, la respuesta de muchos es contraria a su voluntad. Necedad humana. Si Él es el alimento que sacia el hambre y la sed de todos aquellos que buscan a Dios, ¿Por qué muchos dudaron que Dios estuviera con ellos? (cfr. Éxodo 17,7). ¿Por qué muchos discípulos lo abandonaron y no siguieron con él? (cfr. Juan 6, 66).
 
            En el círculo más íntimo de aquellos que seguían a Jesucristo, existía un adversario, un diablo, (cfr. Juan 6, 70). Es más, Jesús sabía que aquel que compartía el pan con él, lo trata con desprecio. (cfr. Juan 13, 18-19). La fe es la única que define el misterio.  Cada persona debe hacer su opción de fe. 

Los apóstoles tomaron su decisión de fe: “A quién vamos a ir, tú tienes palabras de vida eterna” (Juan 6, 68). Nosotros debemos tomar nuestra opción de fe. Jesucristo es el único quien puede ofrecer vida eterna. Es el único que ofrece su cuerpo y su sangre.
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