Evangelio jueves 25 de abril 2024
Padre, Jairo Yate Ramírez.
Arquidiócesis de Ibagué
“Se
apareció Jesús a los doce y les dijo: vayan por todo el mundo y proclamen la
Buena Nueva a toda la creación. El que crea y sea bautizado, se salvará; el que
no crea, se condenará. Estas son las señales que acompañarán a los que crean:
en mi nombre expulsarán demonios, hablarán en lenguas nuevas, agarrarán
serpientes en sus manos y aunque beban veneno no les hará daño; impondrán las
manos sobre los enfermos y se pondrán bien.
Con esto,
el Señor Jesús, después de hablarles, fue elevado al cielo y se sentó a la
diestra de Dios. Ellos salieron a predicar por todas partes, colaborando el
Señor con ellos y confirmando la Palabra con las señales que la acompañaban.”
°°° Marcos 16, 15-20.
Jesucristo
plantea un programa de vida, para un mundo mejor. La Buena Nueva, el Evangelio,
rompe el esquema de cualquier pensamiento. Si los apóstoles lo dejaron todo
para entender el Reino, ¿por qué nosotros nos reservamos tantas cosas? Jesús
pretende enseñar algo novedoso, una manera de pensar la vida de una forma
integral. Novedoso porque le da espíritu a una amplia tradición en el comportamiento
y en el pensar; novedoso porque se sale del marco de lo común; novedoso porque
es aprender a vivir de acuerdo con el Reino de Dios: “Vayan por todo el mundo y
prediquen el Evangelio” (Marcos 16, 15).
El
Papa Francisco piensa que el verdadero discípulo del Señor, es quien se deja
aferrar cada vez más por el amor de Jesús y marcar por el fuego de la pasión
por el Reino de Dios, para ser portadores de la alegría del Evangelio. Y
advierte: “El gran riesgo del mundo actual, con su múltiple y abrumadora oferta
de consumo, es una tristeza individualista que brota del corazón cómodo y
avaro, de la búsqueda enfermiza de placeres superficiales, de la conciencia
aislada”. (cfr. Ángelus, 13 de febrero,
2022).
Un
buen discípulo sigue las huellas de su Maestro: El misionero debe ser un
hombre, una mujer de Dios. con una buena experiencia de Dios. discípulos que
salen a cumplir la misión caritativa de su Maestro, que es la de buscar a los
pecadores compartiendo la bondad de Dios. (cfr. Lucas 15, 1-31). El discípulo
se convierte en un verdadero ejemplo de humildad para los demás: “Todo el que
se enaltece será humillado; y el que se humille, será ensalzado” (Lucas 14,
11).
Por último, el discípulo siempre está preparado para cuando regrese su señor:
“Estén ceñidos vuestros lomos y las lámparas encendidas” (cfr. Lucas 12,
35-48). El Papa Francisco nos pide no olvidar la siguiente consigna: “Cuando
elegimos hacer el bien, aprovechando todas las oportunidades, estamos dando
testimonio de que somos discípulos de Jesús”.
SI DESEAS ESCUCHAR EL AUDIO DE ESTA REFLEXIÓN
HAZ CLICK AQUÍ