Evangelio viernes 19 de abril
2024
Padre, Jairo Yate Ramírez.
Arquidiócesis de Ibagué
El que come mi carne y bebe mi sangre tiene
Vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Porque mi carne es la
verdadera comida y mi sangre, la verdadera bebida. El que come mi carne y bebe
mi sangre permanece en mí y yo en él.
Así como yo, que he sido enviado por
el Padre que tiene Vida, vivo por el Padre, de la misma manera, el que me come
vivirá por mí. Este es el pan bajado del cielo; no como el que comieron sus
padres y murieron. El que coma de este pan vivirá eternamente.»
Jesús
enseñaba todo esto en la sinagoga de Cafarnaún.” Juan 6, 52-59.
La
Eucaristía como sacramento, como principio de la vida cristiana, como centro de
lo que creemos, de lo que comemos, de lo que bebemos y de lo que aprendemos
con la Palabra del Salvador del mundo, cumple dos dimensiones propuestas por el
mismo Hijo de Dios. La Eucaristía es sacrificio, la Eucaristía es Pan de vida
eterna. Así pues que no hay lugar a equivocaciones: “El que coma de ese Pan y
el que beba de ese cáliz, tendrá vida eterna”.
La
Eucaristía es celebrada por el mismo Salvador del mundo, como signo de comida,
unidad, caridad, servicio, amor y entrega total. Cada vez que celebramos la
Eucaristía se hace presente de una forma especial y en su misterio la Gracia y
la misericordia de Dios. La Eucaristía
es la fuente y cumbre de la vida eclesial. Es la cima de toda la vida
cristiana. Todos los sacramentos están unidos a la Eucaristía y a ella se
ordenan. Así lo enseña nuestro catecismo católico (cfr. Numeral 1324).
La
Eucaristía es sacrificio: un sacrificio de alabanza en acción de gracias por la
obra de la creación. En el Sacrificio Eucarístico, toda la creación amada
por Dios es presentada al Padre a través de la muerte y resurrección de Cristo.
°°° La Eucaristía es el memorial de la Pascua de Cristo, la actualización y la
ofrenda sacramental de su único sacrificio, en la liturgia de la Iglesia que es
su Cuerpo. (cfr. Catecismo. 1359-1362).
La Eucaristía es Pan de vida
eterna. El Papa Francisco nos recuerda que: La Eucaristía es "Pan
partido para la vida del mundo". Es
Sacramento de comunión, que nos hace salir del individualismo para vivir juntos
el seguimiento y nos da la certeza de que lo que tenemos, lo que somos, si
es tomado, si es bendecido y si es entregado, con el poder de Dios, con el
poder de su amor, se convierte en pan de vida para los demás. (cfr. Homilía, 9
de julio de 2015).
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