8 de abril de 2024

NACEMOS DE NUEVO PARA LA VIDA DE DIOS Evangelio martes 9 de abril 2024


NACEMOS DE NUEVO PARA LA VIDA DE DIOS 
 
Evangelio martes 9 de abril 2024
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Jesús dijo a Nicodemo: “Ustedes tienen que renacer de lo alto. El viento sopla donde quiere: tú oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Lo mismo sucede con todo el que ha nacido del Espíritu”.  “¿Cómo es posible todo esto?”, le volvió a preguntar Nicodemo.
Jesús le respondió: “¿Tú, que eres maestro en Israel, no sabes estas cosas?
 
            Te aseguro que nosotros hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que hemos visto, pero ustedes no aceptan nuestro testimonio. Si no creen cuando les hablo de las cosas de la tierra, ¿cómo creerán cuando les hable de las cosas del cielo? °°° Juan 3, 7b-15.
 
            Para poder vivir y gozar de los dones y gracias de Dios, se hace necesario cumplir con una serie de condiciones que propone el Maestro. La primera es nacer de nuevo. El bautismo como sacramento va a jugar un papel importantísimo en la vida de cada persona. Es comenzar a sentir y a vivir de acuerdo al Espíritu de Dios. Parece ser algo inexplicable a la inteligencia humana. Solo lo entiende quien practica su fe: Se nace del agua y del Espíritu Santo.
 
Se empieza desde cero para poder llegar muy lejos, pues el viento sopla donde quiere. Se va madurando a lo largo de la historia, hasta que lograr comprender entre los que viven según el Espíritu o según la carne. Los deseos de la carne se oponen al espíritu. (Gálatas 5, 16).
 
            La segunda condición es: El bautismo nos indica el buen camino de un Hijo de Dios. Nuestra Iglesia Católica enseña que: Los sacramentos están ordenados a la santificación de los hombres, a la edificación del cuerpo de Cristo, a dar culto a Dios.  Suponen la fe, la alimentan, la robustecen y la expresan por medio de palabras y acciones; por esta razón se llaman sacramentos. (Sacrosantum Concilium, 59). 
 
El bautizado aprende lo que significa vivir una fe acompañada de las obras. (cfr. Santiago 2, 14). El bautizado configura su vida con Jesucristo, ya no hay diferencia, nos hacemos uno en Cristo Jesús. (cfr. Gálatas 3, 26-29). El bautizado hace parte de la Iglesia de Jesucristo. (cfr. 1 Corintios 12, 12-13). 
 
            La tercera condición es: Una vez que la persona conoce la vida de su Maestro, centra su fe en Él y así prepara su vida para la eternidad. (cfr. Juan 3, 15). La Escritura nos recuerda que: “El Señor, antes de su pasión, dijo a Pedro: «He pedido por ti, para que tu fe no se apague» (Lucas 22, 32). Y luego le pidió que confirmase a sus hermanos en esa misma fe.
 
El Papa Francisco nos invita a vivir según la convicción de la fe. que hace grande y plena la vida, centrada en Cristo y en la fuerza de su gracia. la Iglesia nunca presupone la fe como algo descontado, sino que sabe que este don de Dios tiene que ser alimentado y robustecido para que siga guiando su camino. (cfr. Encíclica, Lumen Fidei, numerales 5 y 6).
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