14 de abril de 2024

NO HAY QUE BUSCAR A DIOS CON INTERESES PERSONALES Evangelio lunes 15 de abril 2024


NO HAY QUE BUSCAR A DIOS CON INTERESES PERSONALES
Evangelio lunes 15 de abril 2024
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Después que Jesús alimentó a unos cinco mil hombres, sus discípulos lo vieron caminando sobre el agua. Al día siguiente, la multitud que se había quedado en la otra orilla vio que Jesús no había subido con sus discípulos en la única barca que había allí, sino que ellos habían partido solos. 

Mientras tanto, unas barcas de Tiberíades atracaron cerca del lugar donde habían comido el pan, después que el Señor pronunció la acción de gracias.
 
            Cuando la multitud se dio cuenta de que Jesús y sus discípulos no estaban en el lugar donde el Señor había multiplicado los panes, subieron a las barcas y fueron a Cafarnaúm en busca de Jesús. Al encontrarlo en la otra orilla, le preguntaron, “Maestro, ¿cuándo llegaste?” Jesús les respondió: “Les aseguro que ustedes me buscan, no porque vieron signos, sino porque han comido pan hasta saciarse.” °°° Juan 6, 22-29.  
 
            Jesucristo es el verdadero pan de vida, Él ofrece algo más que un alimento temporal, Él proyecta la vida de cada persona hacia la eternidad. Todo lo que Él ofrece, permite que la vida de cada creyente cambie notablemente, encuentre caminos de salvación, logre ser un buen comunicador de Jesús Pan de vida.  Desafortunadamente no todos logran entender ese ofrecimiento del Hijo de Dios.
 
Él mismo corrige los no buenos sentimientos proponiendo: “Trabajen por el alimento que permanece hasta la vida eterna”. Los creyentes dirán a su Maestro: “¿Qué debemos hacer para realizar las obras de Dios?” La respuesta correcta será: “Crean en Aquel que Él ha enviado”.  (Juan 6, 28-29).
 
            Si el Salvador del mundo reprende a todos aquellos que pretender buscar a Dios con fines egoístas o que beneficien a la persona, la pregunta sería: ¿Existen caminos que no llevan a Dios? El Papa Francisco enseña existen tres caminos que no nos permiten llegar a Dios. Ellos son: Mundanidad, autoafirmación, egoísmo.
 
La mundanidad es una cultura; es una cultura de lo efímero, una cultura de la apariencia, del maquillaje, una cultura de “hoy sí, mañana no, mañana sí y hoy no”. Tiene valores superficiales. Una cultura que no conoce la fidelidad, porque cambia según las circunstancias, lo negocia todo. (cfr. Homilía 16 de mayo, 2020).
 
            Debemos despojarnos de todas las ideas preconcebidas, de los sueños de grandeza, de la autoafirmación, para que podamos poner a Dios y a las personas en el centro de nuestras vidas. (cfr. Mensaje, 7 de junio, 2021). “Como cristianos estamos llamados a un amor sin fronteras y sin límites, signo y testimonio de que podemos traspasar los muros del egoísmo y los intereses personales (cfr. Mensaje 23 de octubre, 2021).
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