Evangelio domingo 5 de mayo 2024
Padre, Jairo Yate Ramírez.
Arquidiócesis de Ibagué
He velado
por ellos y ninguno se ha perdido, salvo el hijo de perdición, para que se
cumpliera la Escritura. Pero ahora voy a ti, y digo estas cosas en el mundo
para que tengan en sí mismos mi alegría colmada. Yo les he dado tu Palabra, y
el mundo los ha odiado, porque no son del mundo, como yo no soy del mundo. No
te pido que los retires del mundo, sino que los guardes del Maligno. Ellos no
son del mundo, como yo no soy del mundo. Santifícalos en la verdad” °°° Juan
17, 11b-19
La
oración del buen pastor según la Palabra de Dios. Jesucristo es el mejor
ejemplo del buen pastor. Su manera de orar, de hablar, de comunicar sus deseos
y pensamientos tocan la sensibilidad del corazón de todos aquellos que lo
siguen. Podríamos decir que quienes creemos en Él y seguimos sus enseñanzas
hacemos eco de la voz de Dios en el mundo.
El Nazareno está muy interesado en
que nosotros pensemos en el criterio de la unidad, como propuesta de Iglesia y
el buen clima de la evangelización. Dice el Maestro: “Padre Santo guárdalos en
tu nombre, a los que me has dado, para que sean uno, como nosotros» (Juan 17,
11). El Papa Francisco destaca el interés de Jesucristo en que la unidad sea
principio de vida cristiana. Nuestro testimonio será más creíble, cuanto
más seamos capaces de vivir en comunión y vida de amor entre hermanos.
El apóstol san Pablo les enseñó esta
excelente lección a los hermanos que vivían en Corinto diciéndoles: “«Os ruego,
hermanos, en nombre de nuestro Señor Jesucristo, que digáis todos lo mismo y que no haya divisiones entre vosotros.
Estad bien unidos con un mismo pensar y un mismo sentir» (1 Corintios 1, 10).
(cfr. Audiencia, 8 de octubre, 2014).
El Papa Francisco enseña que el buen pastor
está atento a cada uno de nosotros, nos busca y nos ama, dirigiéndonos su Palabra,
conociendo en profundidad nuestro corazón, nuestros deseos y nuestras
esperanzas, como también nuestros errores y nuestras decepciones. (cfr.
Ángelus, 12 de mayo, 2019).
EN EL AÑO DEL HIJO JESUCRISTO
San Juan
Bautista es el precursor (cf. Hechos 13, 24) inmediato del Señor, enviado para
prepararle el camino (cf. Mateo 3, 3). "Profeta del Altísimo" (Lucas
1, 76), sobrepasa a todos los profetas (cf. Lucas 7, 26), de los que es el
último (cf. Mateo 11, 13), e inaugura el Evangelio (cf. Hechos 1, 22); desde el
seno de su madre (cf. Lucas 1,41) (Catecismo # 523).
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