10 de mayo de 2024

JESUCRISTO DA A CONOCER EL SER DE SU PADRE DIOS Evangelio sábado 11 de mayo 2024


JESUCRISTO DA A CONOCER EL SER DE SU PADRE DIOS                     
Evangelio sábado 11 de mayo 2024
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“A la Hora de pasar de este mundo al Padre, Jesús dijo a sus discípulos: “Les aseguro que todo lo que pidan al Padre en mi Nombre, él se lo concederá. Hasta ahora, no han pedido nada en mi Nombre. Pidan y recibirán, y tendrán una alegría que será perfecta.
 
Les he dicho todo esto por medio de parábolas. Llega la hora en que ya no les hablaré por medio de parábolas, sino que les hablaré claramente del Padre. Aquel día ustedes pedirán en mi Nombre; y no será necesario que yo ruegue al Padre por ustedes, ya que él mismo los ama, porque ustedes me aman y han creído que yo vengo de Dios. Salí del Padre y vine al mundo. Ahora dejo el mundo y voy al Padre”. Juan 16, 23b-28
 
            Jesucristo cumple con la misión encomendada por su Padre celestial. Podríamos decir que la tarea realizado por el Maestro de los Maestros es perfecta. ¿Y en qué sentido? Jesucristo es muy prudente y realiza la obra de su Padre celestial. Jesucristo no se excede en la misión que le encomendaron, sino que mide sus palabras, sus acciones, su sabiduría, su talento y le dice a la humanidad, que la obra que Él realiza la hace en nombre de su Padre.
 
Jesucristo regresa a la casa de su Padre, satisfecho de haber cumplido con la misión. (cfr. Juan 16, 28). La encomienda de dar a conocer la obra del Padre, el ser de su Padre, las bondades de su Padre, Jesucristo la cumple a cabalidad.
 
            El Hijo de Dios une magistralmente la obra de Dios y la misión que le encomendó su Padre. Es tan perfecta la misión, que el mismo Hijo dice a la humanidad: “todo lo que pidan al Padre en mi Nombre, él se lo concederá”. Juan 16, 23. Jesucristo muestra muy bien el rostro de su Padre celestial. la gente cambia porque descubre el rostro de Dios en los rostros de la gente amable, dulce, tierna, sencilla, humilde; La gente cambia porque se propone expresar el rostro divino en su propia vida. 
 
El salmo 4 de la Escritura nos pone en actitud de buscar siempre el rostro amable y generoso de Dios. “Haz brillar señor sobre nosotros la luz de tu rostro. Hay muchos que dicen: ¿Quién nos hará ver la dicha, si la luz de tu rostro ha huido de nosotros?
 
            El santo Padre Benedicto XVI enseña que Jesús nos muestra el rostro de Dios y nos hace conocer el nombre de Dios. “En Jesús de Nazaret, Dios realmente visita a su pueblo, visita a la humanidad de una manera que va más allá de todas las expectativas: envía a su Hijo unigénito; Dios mismo se hizo hombre. Jesús no nos dice cualquier cosa de Dios, no habla simplemente del Padre, sino que es la revelación de Dios, porque es Dios, y nos revela así el rostro de Dios. 

En el prólogo de su evangelio, san Juan escribe: «A Dios nadie le ha visto jamás: el Hijo Unigénito, que está en el seno del Padre, él lo ha contado» (Juan. 1, 18). (cfr. Audiencia, 16 de enero, 2013).
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