Evangelio domingo 26 de mayo 2024
Padre, Jairo Yate Ramírez.
Arquidiócesis de Ibagué
“Los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había
indicado. Al verlo, ellos se postraron, pero algunos vacilaban. Acercándose a
ellos, Jesús les dijo: «Se me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra.
Id y haced discípulos de todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del
Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; y enseñándoles a guardar todo lo que os
he mandado. y sabed que yo estoy con
vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.» Mateo 28, 16-20.
Pensemos un poco en lo
que significa para nuestra fe católica cristiana, el ser y la misión del Padre,
del Hijo y del Espíritu Santo. Podemos decir sin lugar a equivocarnos que en Dios se cumple la unidad y la diversidad
simultáneamente. Existe un solo Dios, ese Dios cumple perfectamente la
misión en tres personas distintas sin perder la unidad de ser Dios. San
Atanasio de Alejandría compuso un hermoso himno (Siglo IV) al ser de Dios en la
Trinidad diciendo: Quicúmque vult salvus esse, °°°
Todo el que quiera salvarse, es preciso ante todo que profese la fe
católica. ¿En qué consiste la fe católica? Veneramos un solo Dios en la
Trinidad y la Trinidad en la unidad. Debemos ser cuidadosos en no confundir las
tres personas ni separar la sustancia. El Padre, el Hijo y el Espíritu les
corresponde igual gloria y majestad.
Existe el dogma de la Santísima Trinidad proclamado por la Iglesia en
el Concilio de Constantinopla, siglo II. Confesamos un solo Dios en tres
personas. Dios es único, pero no solitario. (cfr. Catecismo # 253). Pensar en
un Dios que es uno y Trino nos permite comprender, cómo desde la unidad se
entiende la diversidad. Dios vive en comunidad, Dios es amor, Dios es Espíritu,
Dios es vida y Gracia; Dios no vive solo, Dios no tomó decisiones Él solo,
debería ser el mismo Dios para todos, el mundo debería vivir, como vive Dios.
El amor, la paz y la mansedumbre son propios de una familia cristiana
según el modelo de la Santísima Trinidad. El Salvador del mundo enseñó a la
humanidad a pensar, a vivir y actuar según el modelo de Dios: “Vayan y anuncien
mi Palabra, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo” La Iglesia
cumple su misión en nombre del Dios Trino.
EN EL AÑO DEL HIJO JESUCRISTO
La Epifanía es la manifestación
de Jesús como Mesías de Israel, Hijo de Dios y Salvador del mundo. Con el
bautismo de Jesús en el Jordán y las bodas de Caná, la Epifanía celebra la
adoración de Jesús por unos "magos" venidos de Oriente (Mateo 2, 1). El
Evangelio ve las primicias de las naciones que acogen, por la Encarnación, la
Buena Nueva de la salvación. (Catecismo # 528).
SI DESEAS ESCUCHAR EL AUDIO DE
ESTA REFLEXIÓN HAZ CLICK AQUÍ