14 de agosto de 2022

ASUNCIÓN: ANTICIPACIÓN DE LO QUE ES LA RESURRECCIÓN Evangelio Lunes 15 de Agosto 2022


ASUNCIÓN: ANTICIPACIÓN DE LO QUE ES LA RESURRECCIÓN  
Evangelio Lunes 15 de agosto 2022
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
            “Después de recibir el anuncio del ángel, María se puso en camino y se fue sin demora a un pueblo de las montañas de Judea. Entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto Isabel escuchó el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena de Espíritu Santo; y exclamando con gran voz, dijo: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí? Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno. ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!» Y dijo María: «Engrandece mi alma al Señor.” Lucas 1, 39-56.
 
            María Santísima, con su vida y con su fe, nos transmite ese modelo que ha recibido de Dios. Ella entiende perfectamente que su obra y su decisión no es directamente suya sino que es el fruto de una profunda relación con Dios, la fuerza de poder hacer la voluntad de Dios, de entenderlo a Él, de creerle a Él, de ponerse en camino. Ella es la servidora por excelencia. María Santísima revela su gran secreto para servirle perfectamente a Dios: Supo cuidar muy bien en lo que ella creía: “María guardaba todas esas cosas y las meditaba en su corazón” (Lucas 2,19).  Como persona de Fe, María asume con obediencia la palabra de su Hijo: “Dice su madre a los sirvientes, hagan lo que Él les diga” (Juan 2,5).  Servirle a Dios, es una excelente gracia en María Santísima: “Dijo María, he aquí está la esclava del Señor. Hágase en mí según tu palabra” (Lucas 1,38). 
 
            El Papa Francisco enseña el camino hacia Dios con tres actitudes de la Virgen María: Escucha, decide y actúa. María sabe escuchar, es atenta, guarda la voz de Dios. (cfr. Lucas 1,36). La segunda, capacidad de decisión: María no vive de prisa, conserva las cosas y las medita. (cfr. Lucas 1,34). La tercera, la acción. María sale de viaje, tiene claro lo que Dios le pide, por eso van sin demora, no tarda, lo hace. (cfr. Lucas 1,39). María escucha, decide y actúa. (cfr. Mensaje al final del mes mariano, 31 de mayo 2013).
 
 María Santísima es asunta al cielo: es llevada por los ángeles al Reino celestial, su cuerpo es santo y sobremanera glorioso. El Papa Pío XII un primero de noviembre de 1950, a través de una constitución apostólica, proclama el dogma de la Asunción. El mismo magisterio de la Iglesia explica qué es lo que se conmemora en esta festividad: “no sólo el hecho de que el cuerpo sin vida de la Virgen María no estuvo sujeto a la corrupción, sino también su triunfo sobre la muerte y su glorificación, a imitación de su Hijo único, Jesucristo.” “La Asunción de la Santísima Virgen constituye una participación singular en la Resurrección de su Hijo y una anticipación de la resurrección de los demás cristianos”. (cfr. Catecismo 966).
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https://youtu.be/VNj66SReV4Q