28 de agosto de 2022

COHERENCIA ENTRE LO QUE DICE Y LO QUE HACE Evangelio Lunes 29 de Agosto 2022


COHERENCIA ENTRE LO QUE DICE Y LO QUE HACE    
Evangelio Lunes 29 de agosto 2022
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Herodes había mandado prender a Juan y lo había metido en la cárcel, encadenado. El motivo era que Herodes se había casado con Herodías, mujer de su hermano Filipo, y Juan le decía que no le era lícito tener la mujer de su hermano. Herodías aborrecía a Juan y quería quitarlo de en medio; no acababa de conseguirlo, porque Herodes respetaba a Juan, sabiendo que era un hombre honrado y santo, y lo defendía. Cuando lo escuchaba, quedaba desconcertado, y lo escuchaba con gusto.” °°° Marcos 6, 17-29.
 
            El bautista es nuestro personaje, aparece como el último profeta del Antiguo Testamento. Ejemplo de la penitencia, de la oración, del sacrificio. El humilde, el prudente; Aquel que presenta al Nazareno, como el cordero que quita el pecado del mundo. Aprendemos de Juan, lo que mucho se le valora y aprecia en un ser humano: La coherencia entre lo que dice y lo que hace. La predicación de Juan Bautista tuvo gran acogida, y atrajo a personas de todos los estratos sociales. La austeridad de su vida, el vigor de su llamado a la conversión y la coherencia de su vida.
 
            Juan el bautista, da respuesta a lo que debemos hacer. propone tres respuestas: El principio de lo bueno, es la conversión. La Escritura enseña que Dios es bueno, demasiado bueno, rico en misericordia. (cfr. Efesios 2, 4).   Su primera respuesta es la caridad: “El que tenga dos túnicas que le dé al que no tiene”. °°° (cfr. Lucas 3,11). Su segunda respuesta es la justicia: “No exijan nada fuera de lo establecido” (cfr. Lucas 3,13). Su tercera respuesta es la No violencia: “A nadie extorsionen ni denuncien falsamente” (cfr. Lucas 3,14).  El ministerio de Juan de hecho se desarrolla en un tiempo de grandes expectativas mesiánicas: “el pueblo estaba expectante” (Lucas 3, 15) y pide al Bautista si era él el Mesías.   
 
            El Papa Francisco advierte que la vida tiene valor al donarla a los demás. “En el amor, en la verdad, en la vida cotidiana, en la familia.” Un buen ejemplo es el bautista. Dice el santo Padre: Juan nos hace ver a Jesús, después su luz se apaga. Se disminuyó hasta la muerte y terminó decapitado.  El martirio se funda en la muerte de Cristo Jesús, así lo explica nuestro papa emérito Benedicto XVI: “el martirio y la vocación al martirio no son el resultado de un esfuerzo humano, sino la respuesta a una iniciativa y a una llamada de Dios; son un don de su gracia, que nos hace capaces de dar la propia vida por amor a Cristo y a la Iglesia, y así al mundo. 

Cristo es el siervo que sufre, de quien habla el profeta Isaías (cf. Isaías 52, 13-15), que se entregó a sí mismo como rescate por muchos (cfr. Mateo 20, 28). Él exhorta a sus discípulos, a cada uno de nosotros, a tomar cada día nuestra cruz y a seguirlo por el camino del amor total a Dios Padre y a la humanidad.” (Audiencia, Castelgandolfo, 11 de agosto 2010).
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https://youtu.be/Xi4kMZEEsEs