11 de agosto de 2022

FIDELIDAD Y COHERENCIA DE VIDA Evangelio Viernes 12 de Agosto 2022


FIDELIDAD Y COHERENCIA DE VIDA 
Evangelio Viernes 12 de agosto 2022
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Se acercaron a Jesús unos fariseos y le preguntaron, para ponerlo a prueba: «¿Es lícito a uno despedir a su mujer por cualquier motivo?» Él les respondió: «¿No habéis leído que el Creador, en el principio, los creó hombre y mujer, y dijo: "Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, ¿y serán los dos una sola carne”? De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Pues lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.» Ellos insistieron: «¿Y por qué mandó Moisés darle acta de repudio y divorciarse?» Él les contestó: «Por lo tercos que sois os permitió Moisés divorciaros de vuestras mujeres.” Mateo 19, 3-12.
 
            La fidelidad es principio fundamental y categórico. Así lo entiende y así lo propone Dios para la historia de la humanidad: hombre y mujer necesariamente, deberán ser una sola carne. (cfr. Génesis 2, 24). El mayor ejemplo de la fidelidad es Dios. Es el medio por el cual ha querido guardar una relación perfecta con toda la obra de la creación. El salmo 146 en la Sagrada Escritura muestra el rostro fiel y misericordioso de Dios: “El Señor mantiene su fidelidad perpetuamente, hace justicia a los oprimidos, da pan a los hambrientos. El Señor liberta a los cautivos.” La fidelidad a Dios está por encima de cualquier otra fidelidad, por importante que ésta sea.
 
            Dios tiene siempre la razón: sin la fidelidad en el amor y las relaciones entre las personas, no pueden vivir en armonía, hombres y mujeres. Sin amor, no se entiende al otro que es tan diferente a mí. Sin amor, se pierde el respeto por las personas y no se reconoce el tanto daño que le hacemos a otros. La familia de Nazareth es una buena escuela donde se combinan perfectamente el amor, la fidelidad, la obediencia, el respeto, la justicia y la caridad con los demás. San José, María Santísima, el niño Jesús, cada uno de ellos fueron fieles a sus compromisos con Dios, con el Padre celestial con la misión que el mismo Dios les encomendó. El Salvador del mundo, actúa de una manera autónoma por su fidelidad a su conciencia de ser el Hijo de Dios. San José es obediente a los mandatos de Dios por su propia fidelidad y la grandeza de su fe. María Santísima conserva su fidelidad a Dios, guardando su Palabra y haciendo la voluntad del creador.

            San Juan Pablo II, nos propone pensar en cuatro posibilidades para entender y vivir la fidelidad matrimonial:  La primera es la búsqueda: quien no busca generosamente a su pareja, jamás tendrá a quien serle fiel. La segunda es a quién debo consagrar mi vida. Se acepta al otro para lo bueno y lo difícil que se presente. La tercera es la coherencia. Vivir conforme a los compromisos adquiridos: en lo bueno y en lo malo. La cuarta la constancia. perseverar para toda la vida.  (Homilía, en ciudad de México, 26 de enero 1979).
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https://youtu.be/Ls11yhoK3TQ