APRENDEMOS A SER DISCÍPULOS DE LA SABIDURÍA
Evangelio Miércoles 7 de Diciembre 2022
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
Dice el santo Evangelio: “Jesús tomó la palabra y dijo: «Venid a mi todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera». Mateo 11, 28-30.
El hermeneuta bíblico nos pone a pensar en la posibilidad de considerar a una persona comprometida, creyente, disponible, muy enterada de la Palabra de su señor, para que se convierta en un “Discípulo de la sabiduría”. Son las personas que necesita el Hijo de Dios para que prolonguen y continúen la obra de la salvación. Hombres y mujeres que se dejen guiar por la sabiduría divina. En la Sagrada Escritura existen sentencias muy sabias para la vida concreta en el cotidiano vivir de las personas. La ley de Dios ayuda a vivir en santidad en relación con el prójimo. Todas las virtudes humanas construyen la vivencia concreta de la Fe en Dios.
Ese es un
método completo: El Hijo de Dios restaura la vida de cada persona y la
convierte en ejemplo y servicio para los demás. Dios da a cada persona gracias, cualidades,
talentos, dones, inteligencia, sabiduría, habilidades. El secreto para el éxito
de la misión está en el presupuesto del Salvador del mundo: “Mi yugo es
llevadero y mi carga es ligera”. Jesucristo se convierte en nuestro modelo de:
Profeta, apóstol, misionero, Maestro: Él todo lo hace bien.
Augusto Cury enseña que: Jesucristo
es el mayor laboratorio de autoestima para la humanidad °°° vale la pena
vivir la vida, aunque tengamos dificultades, aunque lloremos, aunque seamos
derrotados, aunque algunas enfermedades nos provoquen vergüenza. Nunca hay que
desistir en este caminar. Jesucristo es el único que tiene la llave para
interpretar la historia de la salvación. Jesucristo purifica y libera de
nuestras limitaciones humanas la búsqueda del amor y la verdad, y nos desvela
plenamente la iniciativa de amor y el proyecto de vida verdadera.
Nuestro Papa
emérito Benedicto XVI enseña: “El hombre que confía en el Señor, en cambio, no
teme las adversidades de la vida, ni siquiera la realidad ineludible de la
muerte: es el hombre que ha adquirido «un corazón sabio», como los
santos. (cfr. Ángelus, 1 de agosto, 2010).
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https://youtu.be/O9GMxEVWhXQ 👆
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