27 de diciembre de 2022

DIOS MANDA Y SAN JOSÉ OBEDECE Evangelio Miércoles 28 de Diciembre 2022


DIOS MANDA Y SAN JOSÉ OBEDECE
                    
Evangelio Miércoles 28 de Diciembre 2022
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
Dice el santo Evangelio: “El ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, coge al niño y a su madre y huye a Egipto; quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo.»
José se levantó, cogió al niño y a su madre, de noche, se fue a Egipto y se quedó hasta la muerte de Herodes. Así se cumplió lo que dijo el Señor por el profeta: «Llamé a mi hijo, para que saliera de Egipto.» °°° Mateo 2, 13-18.
 
            María Santísima y su esposo san José, cumplen funciones complementarias en la misión que el Padre celestial les asignó.  Nuestra madre del cielo, asume perfectamente su misión de ser madre, cuidadosa con su bebé, educadora, y ejemplo perfecto para su Hijo. San José como padre adoptivo, tiene el cuidado y la protección del pequeño salvador del mundo. Cuando cada persona cumple con sus obligaciones que son de orden divino, se impone el servicio como un talento, como una gracia divina. El servicio distingue a una persona de fe, a una Iglesia, a una parroquia, a un consagrado, a un misionero. Siempre en nombre del Maestro.
 
            La familia de Nazaret es la mejor escuela para entender cómo se fusiona un hogar, cómo se organiza, cómo sus miembros viven su propia realidad en la armonía del amor, del entendimiento, de la comprensión, de la tarea que se le ha encomendado a cada persona.  San José asume su paternidad adoptiva, con cariño y sacrificio porque sabe su responsabilidad delante de Dios. 

No fue fácil para san José decir sí, pues su amor de hombre estaba inclinado normalmente a formar una familia con la mujer que a él le gustaba, pudo más el amor y la fidelidad a Dios, que ser desobediente ante el destino, su sacrificio es meritorio ante una historia de salvación del mundo.  San José defiende a su Hijo, y obedece a lo que ya estaba profetizado en la historia: “De Egipto, llamé a mi Hijo” (Oseas 2, 15).  Dios manda y José le obedece.
 
            Sócrates tenía la razón en decir: “Es peor cometer una injusticia que padecerla, porque quien la comete, se convierte en injusto y quien la padece no”. No es comprensible a la mente humana que un hombre como Herodes mande a matar una cantidad de inocentes, porque sintió amenazada su autoridad. Nuestro Catecismo de la Iglesia Católica, es elocuente y esperanzador cuando afirma que: quienes padecen la muerte por razón de la fe, sin haber recibido el Bautismo, son bautizados por su muerte con Cristo y por Cristo. Este Bautismo de sangre como el deseo del Bautismo, produce los frutos del Bautismo sin ser sacramento (numeral 1258).
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https://youtu.be/2BX0b2L_ZjU