12 de diciembre de 2022

NUESTRO DEBER ES HACER LA VOLUNTAD DE DIOS Evangelio Martes 13 de Diciembre 2022


NUESTRO DEBER ES HACER LA VOLUNTAD DE DIOS                 
Evangelio Martes 13 de Diciembre 2022
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: «¿Qué os parece? Un hombre tenía dos hijos. Se acercó al primero y le dijo: “Hijo, ve hoy a trabajar en la viña”. Él le contestó: “No quiero”. Pero después se arrepintió y fue. Se acercó al segundo y le dijo lo mismo. Él le contestó: “Voy, señor”. Pero no fue. ¿Quién de los dos cumplió la voluntad de su padre?». Contestaron: «El primero». °°° Mateo 21, 28-32.
 
            ¿Quién hace verdaderamente la voluntad de Dios? ¿Será que la conversión tiene que ver con la voluntad de Dios? ¿Cómo hace una persona para convencer a Dios, que desea hacer su voluntad? ¿Dirá sí, dirá no?  Nuestro Papa emérito Benedicto XVI, enseña que el Hijo de Dios tiene preferencia por todas aquellas personas que se convierten, y aceptan con humildad el llamado de Dios, a hacer su santa voluntad. 

“No hagáis nada por rivalidad, ni por vanagloria, sino con humildad, considerando cada cual a los demás como superiores a sí mismos”. Estos son los mismos sentimientos de Cristo, que, despojándose de la gloria divina por amor a nosotros, se hizo hombre y se humilló hasta morir crucificado.” (cfr.  Homilía, 28 de septiembre 2008). 
 
            Una buena pregunta podría ser: ¿Cuál es la voluntad de Dios?  La respuesta la tiene el apóstol de los gentiles: “Estad siempre alegres. Sed constantes en orar. Dad gracias en toda ocasión: ésta es la voluntad de Dios en Cristo Jesús respecto de vosotros. No apaguéis el espíritu, no despreciéis el don de profecía; sino examinadlo todo, quedándoos con lo bueno. Guardaos de toda forma de maldad.” (Tesalonicenses 5, 16-24). 

María Santísima, con su vida y con su fe, transmite ese modelo que ha recibido de Dios, ella entiende perfectamente que su obra y su decisión no es directamente suya sino que es el fruto de una profunda relación con Dios, la fuerza de poder hacer la voluntad de Dios, de entenderlo a Él, de creerle a Él.  Con María Santísima aprendemos: “Hay que creerle a Dios, hay que hacer su santa voluntad, hay que aprender a caminar de la mano de Dios, hay que dejarse guiar por el espíritu de Dios.”
           
            Quien desee gozar de la dicha del Señor, debe aprender primero a hacer la voluntad de Dios; a escuchar su Palabra, a recibir su Palabra, a contemplar su Palabra, pues, el mismo Dios indica que quien escuche su Palabra y la ponga en práctica será como aquel que edificó su casa sobre la roca; en otras palabras, acepta la mediación de Dios, se deja aconsejar, se deja iluminar por el Espíritu del Señor. Encuentra la seguridad de toda su vida.  

El apostolado se hace fecundo cuando hacemos la voluntad de Aquel que lo instituyó. La misión se complica cuando un creyente no sabe cuál es la voluntad del Maestro.
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https://youtu.be/FLAl7AT3Ctk
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