LOS ENFERMOS TIENEN LA PRIORIDAD Evangelio lunes 6 de febrero 2023
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué“Terminada la travesía, llegaron a tierra en Genesaret y atracaron. Apenas desembarcaron, le reconocieron en seguida, recorrieron toda aquella región y comenzaron a traer a los enfermos en camillas adonde oían que él estaba. Y dondequiera que entraba, en pueblos, ciudades o aldeas, colocaban a los enfermos en las plazas y le pedían que tocaran siquiera la orla de su manto; y cuantos la tocaron quedaban salvados.” Marcos 6, 53-56.
En la mente
de Dios no existe esa posibilidad. Para Dios hay que atender a todas las
personas necesitas. No interesa, raza, pueblo o nación, el punto es darle la
mano a los demás. Si una persona descalifica a otra por su enfermedad, ¿cuál es
la enseñanza de la voz de Dios, para quienes creemos en él?
El poder de Jesús llama mucho la
atención, porque ese poder va a acompañado de milagros, curaciones,
comprensión, ternura, dolor, acompañamiento, sabiduría, etc. Jesucristo tiene un programa de salud, para
un mundo mejor. Un buen programa de salud, tendría que partir desde el mismo
concepto de “vida”. Parodiando los sentimientos del Nazareno podríamos pensar
en la posibilidad de emprender un programa vital que dijese:
La vida debe ser
acogida, tutelada, respetada y servida, que su momento cumbre. Los enfermos e
impedidos, deben ser nuestra prioridad. Hipócrates, considerado el padre de la
medicina, advertía: Deja que tu comida sea tu alimento y tu alimento sea tu
medicina.
El Papa Francisco recuerda una
misión muy caritativa en la Iglesia: La Iglesia debe servir siempre a los
enfermos y a los que cuidan de ellos con renovado vigor, en fidelidad al
mandato del Señor (cfr. Lucas 9, 2-6) siguiendo el ejemplo muy elocuente de
su Fundador y Maestro. . Jesús entregó a la Iglesia su poder de curar: «A los
que crean, los acompañarán estos signos: […] impondrán las manos a los
enfermos, y quedarán sanos» (Marcos 16,17-18).
En los Hechos de los Apóstoles,
leemos la descripción de las curaciones realizadas por Pedro (cfr. Hechos
3,4-8) y Pablo (cfr. Hechos 14, 8-11). La tarea de la Iglesia, que sabe que
debe mirar a los enfermos con la misma mirada llena de ternura y compasión que
su Señor, responde a este don de Jesús. (cfr. Mensaje, 11 de febrero, 2018)
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https://youtu.be/j7CeMs847vk 👦
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