Ø
La caridad como virtud teologal nos permite amar
a Dios sobre todas las cosas (cfr. Tres primeros mandamientos)
Ø
La caridad nos permite amar a los demás
como a nosotros mismo. (cfr. Desde el 4 hasta el 10 mandamiento).
Ø
El servicio es una vocación. Son los
frutos de alguien muy carismático, enamorado de Dios y consciente de la
necesidad de servir a los demás.
Ø
El mejor ejemplo en la historia de la salvación
es Jesucristo: Él es el mejor siervo, que asumió su vocación de
salvador. (cfr. Mateo 12, 18).
Ø
El servicio según la Biblia está unido a una llamada
de Dios, a cumplir la vocación universal.
Ø
El servicio se convierte en camino y mediación,
para comprender la vocación de todos los bautizados, a servir a los demás.
Ø El verdadero siervo es una persona humilde, sabe ser inútil. (cfr. Lucas 17, 10).
¿CUÁLES SON LAS CONSIGNAS DEL MAESTRO DE NAZARETH Y DE LA VIDA?
Ø
Si
alguno quiere ser el
primero, que sea el último de todos y el servidor de todos” (Marcos 9, 35)
Ø
Un buen servicio exige el cultivo de los valores
Ø
Si alguien me quiere servir, que me siga. Cfr.
Juan 12, 26.
Ø
El mundo funciona como un equipo, todos
necesitamos servicios.
Ø
A la gente le encanta lo que le hace sentir
bien, lo que soluciona sus problemas, eso es un buen servicio.
Ø
Un buen servidor se compromete a ser mejor,
ofrece el servicio donde lo soliciten.
Ø
Servirle a Dios no es un caso en vano. Cfr. 1 Corintios
15, 58.
Ø
Sirvan a Dios con el fervor que da el Espíritu.
Cfr. Romanos 12, 11.
Ø
Quien le sirva a Dios lo honrará el Padre
celestial. Cfr. Juan 12, 26.
Ø
El Hijo de Dios vino para servir al mundo. Cfr.
Marcos 10, 45.
Ø
En lo poco has sido fiel, te pondré a cargo de
mucho más. Cfr. Mateo 25, 21.
Ø
Un buen siervo de Dios, está capacitado para
toda obra buena. Cfr. II Timoteo 3, 16-17
Ø
Sírvanse los unos a los otros con amor. Cfr.
Gálatas 5, 13.
Ø
Somos colaboradores al servicio de Dios. Cfr. 1
Corintios 3, 9.
Ø Elijan ustedes mismos, a quién van a servir. Cfr. Josué 24, 15.
Ø
El Papa
Benedicto XVI enseña que: El misterio de la cruz está en el centro del
servicio de Jesús como pastor: es el gran servicio que él nos presta a
todos nosotros. Se entrega a sí mismo, y no sólo en un pasado lejano
Ø
Dios
quiere que sean los valores los que dirijan la vida comunitaria, que cada
persona encarne el espíritu de su familia y ponga al servicio de los demás
sus mayores cualidades y dones.
Ø
El Papa
Benedicto XVI promulgó el Motu Propio sobre el “Servicio a la Caridad”,
en el que expresa que la naturaleza íntima de la Iglesia se expresa en la
triple tarea de anunciar la Palabra de Dios, la celebración de los Sacramentos
y el servicio de la caridad.
Ø
Mientras el mundo se imagina que lo grande es el
poder, el máximo saber, el tener; el Hijo de Dios llega con tanto poder, que su
Mesianismo lo traduce en servicio y caridad social.
Ø El servicio es la carta de presentación de
alguien que es discípulo de su Maestro. La caridad es la razón de ser de
nuestra Iglesia. Sin la caridad, no podemos hablar de Iglesia, de
cristianismo, de evangelización.
Ø
El Papa
Francisco explica la gran enseñanza de Jesucristo a sus discípulos: “Jesús
indica a sus discípulos el servicio como el camino que es necesario recorrer
para vivir la fe en Él y dar testimonio de su amor. El mismo Jesús ha
aplicado a sí la imagen del «Siervo de Dios».
Ø
Nadie
puede estar al servicio de dos amos. Despreciará a uno y querrá al otro; o, al contrario, se dedicará el
primero y no hará caso del segundo. Mateo 6, 24.
Ø
Jesús
es el Mesías de la justicia, el maestro del servicio fraterno, el siervo y el
servidor de todos. Mientras
el mundo esperaba un Mesías poderosos y dominador. Jesús se presenta como un
humilde y manso siervo de Dios
ü
“Servir no es una expresión de cortesía: es
hacer como Jesús, que, resumiendo su vida en pocas palabras, dijo que había
venido ‘no a ser servido, sino a servir’
ü
“Pero a medida que crecemos en el cuidado y la
disponibilidad hacia los demás, nos volvemos más libres por dentro, más
parecidos a Jesús”
ü
“Acogiendo a los que están en los márgenes,
desatendidos, acogemos a Jesús, porque Él está ahí. Y en un pequeño, en un
pobre al que servimos, también nosotros recibimos el tierno abrazo de
Dios”
ü
“Yo, que sigo a Jesús, ¿me intereso por los
más abandonados? ¿O, como los discípulos aquel día, busco la gratificación
personal?
ü
¿Entiendo la vida como una competición para
abrirme un hueco a costa de los demás, o creo que sobresalir es servir?
ü ¿dedico tiempo a algún ‘pequeño’, a una persona que no tiene medios para corresponder? ¿Me ocupo de alguien que no puede devolverme el favor, o sólo de mis familiares y amigos?” (cfr. Ángelus, 19 de septiembre 2021).