25 de marzo de 2023

LA MUERTE NO TIENE LA ÚLTIMA PALABRA Evangelio domingo 26 de marzo 2023


LA MUERTE NO TIENE LA ÚLTIMA PALABRA
Evangelio domingo 26 de marzo 2023
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
°°° “Cuando llegó Jesús, Lázaro llevaba ya cuatro días en el sepulcro. Betania quedaba cerca de Jerusalén, como a unos dos kilómetros y medio, y muchos judíos habían ido a ver a Marta y María para consolarlas por la muerte de su hermano. Apenas oyó Marta que Jesús llegaba, salió a su encuentro; pero María se quedó en casa.
 
Le dijo Marta a Jesús: “Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora estoy segura de que Dios te concederá cuanto le pidas”. Jesús dijo: “Tu hermano resucitará”. Marta respondió: “Ya sé que resucitará en la resurrección del último día”: Jesús le dijo: “Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees tú esto?” °°° Juan 11, 1-45
 
            La vida hay que entenderla como un don y una gracia de Dios; Nosotros no nos damos la vida, es Dios quien nos la da. La recibimos como un don, se entiende desde el misterio de la fe y la resurrección del Hijo de Dios. La vida es algo más de lo que yo me la imagino, tiene una trascendencia, logra una resonancia, hay alguien que espera, hay alguien que ofrece, hay alguien que logra darle un sentido pleno. La muerte no tiene la última palabra.
 
 El Papa Benedicto XVI Explica el sentido de la muerte física según el corazón de Dios: “Jesús demostró un poder absoluto sobre esta muerte: se ve cuando devuelve la vida al joven hijo de la viuda de Naím y a la niña de doce años. "La niña no ha muerto; está dormida" la muerte del cuerpo es un sueño del que Dios nos puede despertar en cualquier momento.
 
Este señorío sobre la muerte no impidió a Jesús experimentar una sincera compasión por el dolor de la separación. Al ver llorar a Marta y María y a cuantos habían acudido a consolarlas, también Jesús "se conmovió profundamente, se turbó" y, por último, "lloró". El corazón de Cristo es divino-humano.” (cfr. Homilía, 9 de marzo, 2008).
 
            Los cristianos no solo creemos en la resurrección de Jesús sino también en "la resurrección de la carne", como profesamos en el credo de los Apóstoles, es decir en la resurrección de todos los hombres. San Pablo nos enseña: "Porque, habiendo venido por un hombre la muerte, también por un hombre viene la resurrección de los muertos. Pues del mismo modo que en Adán mueren todos, así también todos revivirán en Cristo" (1 Corintios 15, 20-27ª)
 
Creer en la resurrección es un componente esencial en la doctrina cristiana. El mismo Hijo de Dios proclama una vida más allá de la muerte. “Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob; pues bien: Él es Dios de vivos y no de muertos.” (Mateo 22, 32). El cielo, no es la tierra mejorada. El cielo es el ámbito de Dios y donde la vida es participación en la plenitud divina. (cfr. Juan 11,25).
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https://youtu.be/JoYXt8AE9tI
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