A DIOS SE LE ADORA EN ESPÍRITU Y VERDAD
Evangelio lunes 24 de abril 2023
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Cuando la gente vio que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, se embarcaron y fueron a Cafarnaúm en busca de Jesús Al encontrarlo en la otra orilla del lago, le preguntaron: «Maestro, ¿Cuándo has venido aquí?» Jesús les contestó: «En verdad, en verdad os digo: me buscáis no porque habéis visto signos, sino porque comisteis pan hasta saciaros.
Trabajad no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre; pues a este lo ha sellado el Padre, Dios». Ellos le preguntaron «Y, ¿Qué tenemos que hacer para realizar las obras de Dios?». Respondió Jesús «La obra de Dios es esta: que creáis en el que él ha enviado». Juan 6, 22-29.
¿Por qué razones suficientes debemos buscar al Maestro de Nazareth? No sería ético ni laudable buscar a Dios porque lo necesitamos. Se supone que las personas no se deben utilizar. No debemos buscar a los demás por el bien que nos propicien. Las personas las debemos tratar de una manera limpia y transparente. No podemos caer en la tentación de buscar a Dios porque nuestra vida, nuestra salud, nuestra situación se nos complicó de un momento para otro.
La Sagrada Escritura dice que: A Dios se le debe adorar en espíritu y en verdad. Dios está para ser glorificado, para ser alabado, para ser escuchado, para rendirle honor y gloria. (cfr. Juan 4,23). Moisés enseña cómo se la alaba y se le adora a Dios. Debemos amar a Dios, con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas. (cfr. Deuteronomio 6, 1-9).
La recomendación del Nazareno es: La obra de Dios es que crean en el que él ha enviado. Esa es la propuesta divina. Para no caer en la tentación de utilizar a los demás dos consejos sabios nos permiten ir por el camino recomendado. Las relaciones con Dios deben regularse con un buen espíritu y en la verdad. Con un buen espíritu, algo así como el compromiso total de la persona. Siempre encomendándose a la misericordia y a la bondad de Dios. Que comprometa todo el ser de la persona. Que implique el corazón y los sentimientos de la persona.
La segunda recomendación es la verdad. Eso implicar pensar en la posibilidad que cada persona creyente debe estar bien documentada, debe preocuparse por conocer la Palabra de su Señor, el misterio de su Señor, los deseos mismos de Dios. La base es la verdad. (cfr. Romanos 10, 2). Quien busca la verdad, encuentra a Dios.
Hay que trabajar por el alimento que dure para la vida eterna. Esa es la recomendación del Salvador del mundo. El Papa Francisco recomienda buscar a Dios para hallarlo y hallarlo para buscarle siempre. Es la experiencia de los grandes Padres de la fe. Les invito a releer el capítulo 11 de la Carta a los Hebreos. Abrahán, por la fe, partió sin saber a dónde iba.” (cfr. Comentario, en entrevista de Antonio Spadaro, el 27 de septiembre de 2013).
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