24 de abril de 2023

DAMOS TESTIMONIO DE LO QUE ANUNCIAMOS Y CREEMOS Evangelio martes 25 de abril 2023


DAMOS TESTIMONIO DE LO ANUNCIAMOS Y CREEMOS

Evangelio martes 25 de abril 2023
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Se apareció Jesús y les dijo: Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación. El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea, se condenará. 
Estas son las señales que acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán demonios, hablarán en lenguas nuevas, agarrarán serpientes en sus manos y aunque beban veneno no les hará daño; impondrán las manos sobre los enfermos y se pondrán bien.” °°° Marcos 16, 15-20
 
            Vayan y anuncien mi Palabra es la propuesta del Hijo de Dios, para todos aquellos que deseen creer en él, seguirlo a él, vivir de acuerdo al Evangelio de él, estar con él. Para ser un buen comunicador de la Buena Nueva del Salvador del mundo es necesario ubicarse en el mandato de Dios: Lo primero, es que el Evangelio es de Dios, es obra de Dios, es Palabra de Dios, su esencia es Dios. Por ende, hay que leerlo, escucharlo y aprenderlo como la gran obra divina.
 
    Lo segundo, si es Buena Nueva, hay que recibirlo y aprenderlo como tal. Como la Buena noticia que desea Dios para la humanidad. Lo tercero, es el horizonte del Evangelio. Cada creyente debe ser consciente que se debe anunciar la Palabra por todo el mundo, no tiene límites, es universal, se debe llevar, como recomienda el Papa Francisco: “Llevar siempre un evangelio de bolsillo”.
 
            Cuando se trata de anunciar, tiene varias implicaciones. Puede ser: Anunciar, explicar y dedicar tiempo a los demás con el anuncio del Evangelio. Anunciar, también es una experiencia divina. Cada persona debe anunciar a los demás, como dice la Escritura: anunciar lo que están viendo y oyendo. (cfr. Mateo 11, 2-11). Anunciar tiene su sentido altruista por los más necesitados. La recomendación es: El Señor me ha enviado a anunciar la Buena Nueva a los pobres, a sanar los corazones afligidos. (Isaías 6,11).
 
     Anunciar, es un convencimiento personal, quien se convierte en proclamador del Evangelio debe tener conciencia que fue escogido por Dios para anunciar su Palabra. (cfr. Romanos 1, 1). Anunciar el Evangelio de la vida.  Un cristiano debe ser una persona que irradie mucha energía a los demás, alguien de testimonio, un creyente que convence con la fuerza de su corazón, con la amplitud de sus sentimientos, con la nobleza de sus ideas.  Anunciar implica testimoniar. El testimonio es la coherencia entre lo que se cree, lo que se vive y lo que se anuncia.
 
Hubo un hombre que aprendió muy bien la lección de anunciar el Evangelio del Maestro. Su nombre es Marcos, conocido como el Evangelista. Tuvo la dicha de escuchar a excelentes proclamadores de la Palabra como Pablo, Bernabé y san Pedro. 

    En el libro de los Hechos de los apóstoles, aparece el nombre de este evangelista como “Juan Marcos”, Pedro marchó a casa de María, madre de Juan por sobrenombre Marcos. (Hechos 12, 12). En Marcos se cumple perfectamente lo que implica anunciar el Evangelio: “Lo que sus ojos vieron y sus oídos escucharon”.
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