ANUNCIAMOS LO QUE HEMOS VIVIDO Y EXPERIMENTADO
Evangelio martes 11 de abril 2023
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Estaba María junto al sepulcro fuera llorando. Y mientras lloraba se inclinó hacia el sepulcro, y ve dos ángeles de blanco, sentados donde había estado el cuerpo de Jesús, uno a la cabecera y otro a los pies. Dícenle ellos: «Mujer, ¿por qué lloras?» Ella les respondió: «Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto».
Dicho esto, se
volvió y vio a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús. Le dice Jesús:
«Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?» Ella, pensando que era el encargado
del huerto, le dice: «Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y
yo me lo llevaré». Jesús le dice: «María». Ella se vuelve y le dice en hebreo:
«Rabbuní» - que quiere decir: «Maestro» -. Dícele Jesús: «No me toques, que
todavía no he subido al Padre. Pero vete donde mis hermanos y diles: Subo a mi
Padre y vuestro Padre, a mi Dios y vuestro Dios».” °°° Juan 20, 11-18
La experiencia
con Jesús resucitado transforma sustancialmente la vida, el pensar, los
sentimientos y los afectos de las personas. María de Magdala tiene el privilegio de ser la primera persona en tener
la experiencia de la “Tumba Vacía” del Maestro de Nazaret. También se le
encomienda la misión de llevar la noticia a los discípulos de Dios diciéndoles:
“Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto” (Juan
20, 1-2).
La misma María, cuenta con la gracia de entrevistarse con Jesús
resucitado. La Magdalena nos regala el
mejor método para poder anunciar la obra de Jesús de Nazareth, la respuesta
es con la propia experiencia: “He visto al Señor” (Juan 20, 18).
El Papa Francisco no propone pensar en la
posibilidad de buscar al Hijo de Dios, entre los vivos. “El Señor está vivo y
quiere que lo busquemos entre los vivos. Después de haberlo encontrado,
invita a cada uno a llevar el anuncio de Pascua, a suscitar y resucitar la
esperanza en los corazones abrumados por la tristeza, en quienes no consiguen
encontrar la luz de la vida. Hay tanta necesidad de ella hoy.
Olvidándonos de nosotros mismos, como
siervos alegres de la esperanza, estamos llamados a anunciar al Resucitado
con la vida y mediante el amor; si no es así seremos un organismo internacional
con un gran número de seguidores y buenas normas, pero incapaz de apagar la sed
de esperanza que tiene el mundo.” (Homilía, 26 de marzo, 2016).
Pascua,
es la consigna de ser constructores de un mundo reconciliado. Fue la causa por
la cual sufrió tanto el Señor, fue el objetivo de su encarnación, fue
la razón de instituir su Iglesia como sacramento de salvación. Porque no tomar
las banderas del perdón, la tolerancia, la comprensión, el diálogo, el
arrepentimiento, la escucha.
No podemos continuar en lo mismo. Creemos que
Cristo resucitó, aceptamos la presencia de un Cristo que se convirtió para
nosotros en el camino, la verdad y la vida. Lo pasado se queda atrás en el olvido, lo que interesa es que Cristo
está vivo, y nosotros nos proponemos darle esa vida a nuestra sociedad.
SI DESEAS ESCUCHAR EL AUDIO DE ESTA
REFLEXIÓN HAZ CLICK AQUÍ
https://youtu.be/rP5KlfMSMeQ 👈
https://youtu.be/rP5KlfMSMeQ 👈