5 de agosto de 2024

¿CÓMO PODEMOS ENTENDER LA DIVINIDAD DE CRISTO Evangelio martes 6 de agosto 2024


¿COMO PODEMOS ENTENDER LA DIVINIDAD DE CRISTO?
Evangelio martes 6 de agosto 2024
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Jesús tomó a Pedro, Santiago y Juan, y los llevó a ellos solos a un monte elevado. Allí se transfiguró en presencia de ellos. Sus vestiduras se volvieron resplandecientes, tan blancas como nadie en el mundo podría blanquearlas. Y se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús.
            Pedro dijo a Jesús: “Maestro, ¡qué bien estamos aquí! Hagamos tres carpas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías”. Pedro no sabía qué decir, porque estaban llenos de temor.
Entonces una nube los cubrió con su sombra, y salió de ella una voz: “Este es mi Hijo muy querido, escúchenlo”. De pronto miraron a su alrededor y no vieron a nadie, sino a Jesús solo con ellos.” °°° Marcos 9, 2-10
 
            Al salvador del mundo, le interesaba mucho que sus seguidores supieran que era necesario que él padeciera antes de entrar en su gloria, conforme lo habían anunciado los profetas: Si ese era el presupuesto divino, por qué razón los discípulos no lo entendían. “"Qué torpes son y qué tardos para creer lo que dijeron los profetas” (Lucas 24, 25). El misterio de la pasión de Cristo, se puede entender desde su Transfiguración.  
 
            La transfiguración es una muestra perfecta de la pedagogía de Dios para que cada uno de nosotros podamos entender, la divinidad de Cristo.  Nuestro Catecismo de la Iglesia Católica nos enseña que: La Transfiguración nos concede una visión anticipada de la gloriosa venida de Cristo "el cual transfigurará este miserable cuerpo nuestro en un cuerpo glorioso como el suyo" (Filipenses 3, 21). Pero ella nos recuerda también que "es necesario que pasemos por muchas tribulaciones para entrar en el Reino de Dios" (Hechos 14, 22). 
 
            Jesús muestra su gloria divina, confirmando así la confesión de Pedro. Muestra también que para "entrar en su gloria" (Lucas 24, 26), es necesario pasar por la Cruz en Jerusalén. Moisés y Elías habían visto la gloria de Dios en la Montaña; la Ley y los profetas habían anunciado los sufrimientos del Mesías (cfr. Lucas 24, 27). La Pasión de Jesús es la voluntad por excelencia del Padre. (cfr. Catecismo, numerales, 555 y 556).
 
            El Papa Francisco aclaraba que: “Si antes de la Pasión no se nos hubiera mostrado la transfiguración con la declaración por parte de Dios, ‘Este es mi hijo amado’, la Resurrección y el misterio pascual de Jesús no habría sido fácilmente comprensible en toda su profundidad.” (cfr. Ángelus, 25 de febrero, 2018).
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