Evangelio jueves 29 de agosto
2024
Padre, Jairo Yate Ramírez.
Arquidiócesis de Ibagué
“Herodes
había hecho arrestar y encarcelar a Juan a causa de Herodías, la mujer de su
hermano Felipe, con la que se había casado. Porque Juan decía a Herodes: “No te
es lícito tener a la mujer de tu hermano”. Herodías odiaba a Juan e intentaba
matarlo, pero no podía, porque Herodes lo respetaba, sabiendo que era un hombre
justo y santo, y lo protegía. Cuando lo oía, quedaba perplejo, pero lo
escuchaba con gusto.
Un día se presentó la ocasión
favorable. Herodes festejaba su cumpleaños, ofreciendo un banquete a sus
dignatarios, a sus oficiales y a los notables de Galilea. Su hija, también
llamada Herodías, salió a bailar, y agradó tanto a Herodes y a sus convidados,
que el rey dijo a la joven: “Pídeme lo que quieras y te lo daré”. Y le aseguró
bajo juramento: “Te daré cualquier cosa que me pidas, aunque sea la mitad de mi
reino”. Ella fue a preguntar a su madre: “¿Qué debo pedirle?” “La cabeza de
Juan el Bautista”. °°° Marcos 6, 17-29
El
martirio hace honor por un amor al bien, a la verdad, a lo justo a lo correcto.
El Martirio de san Juan Bautista es un excelente ejemplo a seguir de alguien
que se distinguió porque combinó perfectamente lo que anunció con el testimonio
de vida que se lo reconoció la misma comunidad.
Nuestro catecismo de la Iglesia Católica nos enseña que el martirio es
el supremo testimonio, de la verdad, de
la fe. (cfr. Numeral 2473)
El
martirio siempre ha ido en consonancia con la verdad y la justicia. Nuestra fe
católica recomienda “Vivir en la verdad” la razón es que Dios es la fuente
de la verdad. Su Palabra es la verdad, su ley es la verdad. Por ejemplo, seguir
a Jesucristo es vivir según el espíritu de la verdad. (cfr. Juan 14, 17).
Todo lo que se oponga a la verdad hace mucho
mal a la fe y a la
misma Iglesia. “Si decimos que estamos en comunión con él, y caminamos en
tinieblas, mentimos y no obramos conforme a la verdad” (1 Juan 1, 6).
Dar
testimonio de la verdad, es el mandato a seguir. El apóstol san Pablo logra
una sabia defensa narrando lo que hace en nombre de Cristo y su vida personal.
Mientras se afirma que su forma de actuar es peor que la peste, el apóstol
asevera: “Yo me esfuerzo por tener una conciencia intachable para con Dios y
para con los hombres.” (cfr. Hechos 24, 1-16).
Debemos
estar atentos a no cometer pecados contra la verdad, por ejemplo: Falso
testimonio, perjurio, irrespetar dignidad de los demás, juicio temerario,
maledicencia, calumnia. (cfr. Catecismo numerales, 2465 – 2477).
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