9 de agosto de 2024

EVANGELIZAMOS PARA GLORIA DE DIOS Evangelio sábado 10 de agosto 2024


EVANGELIZAMOS PARA GLORIA DE DIOS                                              
Evangelio sábado 10 de agosto 2024
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Jesús dijo a sus discípulos: Les aseguro que, si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda solo; pero si muere, da mucho fruto. El que tiene apego a su vida la perderá; y el que no está apegado a su vida en este mundo, la conservará para la Vida eterna.
            El que quiera servirme que me siga, y donde Yo esté, estará también mi servidor.
El que quiera servirme, será honrado por mi Padre.” Juan 12, 24-26.
 
            La gran paradoja de la vida: Lo normal en el correr de la vida de una persona es ganar, triunfar, llegar al máximo escalón, recibir los honores de la sociedad, tener rating en las redes sociales de la comunicación digital, ser homenajeado en los medios de comunicación. Se supone que eso es lo normal. Al contrario, la Palabra de Dios combina el desprendimiento de los honores de este mundo para poder servirle a Dios con grandeza y sabiduría. La paradoja es: Hay que perder para poder ganar.
 
              La persona que está más pendiente de los honores que le puedan rendir en este mundo, pierde la posibilidad de convertirse en un verdadero testigo de Dios. Dice la Escritura: “Si el grano de trigo no muere, no da fruto”. “Quien se decide por la humildad, será enaltecido” (Lucas 14, 11). “Todo es vanidad, todo termina pronto y se lo lleva el viento” (Eclesiastés 1, 14). En la vida terrenal todo desvanece y termina pronto” (Santiago 4, 14).
 
“Dios resiste a los soberbios da su Gracia a los humildes” (1 Pedro 5, 5). “Todo hay que hacerlo para gloria de Dios” (1 Corintios 10, 31). “La mayor gloria para Dios es que demos mucho fruto” (Juan 15, 8). “Quien viven su fe para ser honrados por los hombres, ya tuvieron su paga” (Mateo 6, 1-6).
 
            Cumplir muy bien la misión encomendada por Dios sin buscar retribuciones, y por ende hacerse a un lado, es la recomendación del Papa Francisco para quienes deseen servirle a Dios sin buscar honores a cambio. Dice el santo Padre: hay que aprender en la vida a “servir y luego hacerse a un lado” y “nunca aferrarse a roles y posiciones” y saber “decir adiós en el momento adecuado”. Juan el bautista supo hacerse a un lado para darle el puesto a Cristo Jesús.
 
El Bautista nos enseña una cosa importante: la libertad respecto a los apegos. Sí, porque es fácil apegarse a roles y posiciones, a la necesidad de ser estimados, reconocidos y premiados (...) Nos hará bien cultivar, como Juan, la virtud del hacernos a un lado en el momento oportuno, testimoniando que el punto de referencia de la vida es Jesús” (cfr. Ángelus, 15 de enero, 2023)
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