Evangelio martes 27 de agosto
2024
Padre, Jairo Yate Ramírez.
Arquidiócesis de Ibagué
¡Guías ciegos, que filtran el mosquito y se tragan el
camello! ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que limpian por fuera
la copa y el plato, mientras que por dentro están llenos de codicia y
desenfreno! ¡Fariseo ciego! Limpia primero la copa por dentro, y así también
quedará limpia por fuera.” Mateo 23, 23-26
La
falta de coherencia entre lo que se anuncia y el testimonio de vida que se
debería dar a la sociedad, no permite lograr el objetivo de una buena
evangelización. Excelente el buen criterio que el Maestro de Nazareth enseña
para cumplir la misión: Que coincida lo
que decimos con lo que hacemos. Es un llamado de atención a todo aquel que
tenga una misión religiosa, laical, misionera.
También es útil para una buena personalidad, que
las personas no usen doble personalidad, no engañen a los demás, no
manipulen a las personas, no defrauden a quienes han puesto su confianza en
ella. Así que el criterio es de índole
religiosa, social y profesional. Lo que más espera una persona de los demás es
no tener la sorpresa que no era la persona que yo me imaginaba.
La
coherencia se refiere a la actitud lógica y consecuente con los principios que
profesa cada persona. San Juan el Bautista realizó una magnífica misión
gracias a la coherencia entre lo que anuncia y la forma como él mismo vivía. La
gente se maravillaba de su ser y su quehacer.
La Sagrada
Escritura nos permite saber que era tan impresionante el testimonio del
Bautista, que mucha gente salía de Jerusalén, de Judea y de toda la provincia
alrededor del Jordán, para conocer a este hombre maravilloso. (Mateo 3, 5).
El
Papa Francisco en una homilía en la casa Santa Marta, nos proponía el
siguiente interrogante que sirve como medio de evaluación de lo que somos y lo
que hacemos. “¿Construyes tu vida sobre
la roca de Dios, o sobre la arena de la mundanidad, el orgullo y la
vanidad? (cfr. Homilía, 6 de diciembre, 2018).
¿Soy
humilde, busco andar siempre abajo, sin orgullo, y así servir al Señor? Si soy
cristiano, pero no hago lo que debe hacer un cristiano, es algo así como
maquillarse como cristiano. (cfr. Mateo 7, 21. 24-27). El Pontificio consejo para el diálogo
interreligioso recomienda: Anunciar y dar testimonio es esencial. Hay que hacerlo
con los principios del Evangelio, con respeto y con amor por los demás. (cfr. https://www.vatican.va/roman_curia/pontifical_councils/interelg/documents/rc_pc_interelg_doc_20111110_testimonianza-cristiana_sp.html
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