Evangelio sábado 31 de agosto
2024
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis
de Ibagué
Enseguida, el que había recibido
cinco talentos fue a negociar con ellos y ganó otros cinco. De la misma manera,
el que recibió dos ganó otros dos; pero el que recibió uno solo hizo un pozo y
enterró el dinero de su señor.
Después de un largo tiempo, llegó el
señor y arregló las cuentas con sus servidores. El que había recibido los cinco
talentos se adelantó y le presentó otros cinco. “Señor, le dijo, me has
confiado cinco talentos: aquí están los otros cinco que he ganado”. “Está bien,
servidor bueno y fiel, le dijo su señor; ya que respondiste fielmente en lo
poco, te encargaré de mucho más: entra a participar del gozo de tu señor”.” °°°
Mateo 25, 14-30.
El Reino de Dios aumenta, crece, produce
mucho, beneficia a miles de personas, llega a cantidad de espacios y lugares,
si cada persona que cree en el Salvador del mundo, pone sus cualidades, sus
virtudes, sus talentos al servicio de
los demás. Todos tenemos talentos. No existe ninguna persona que no tenga
nada para ofrecer a los demás. El
Salvador del mundo propone la gran tarea a cada creyente: ¿Cómo hacer crecer el
Reino de Dios?
La respuesta correcta es: todo
aquello que hace crecer la comunidad y revela la presencia de Dios. Así quedó
escrito en el Evangelio de la vida. Nos
comportamos y somos, revelando la presencia de Dios: “Amar a los enemigos;
hacer el bien a los que los odien; bendecir a los que los maldicen; orar por
los que los calumnien. °°° Traten a los demás, como les gustaría que lo
tratasen a ustedes” (Lucas 6, 27-38).
El Reino o
sistema de vida cristiana no funciona muy bien, cuando muchas personas, niegan
sus talentos, desperdician sus talentos, imponen desde la soberbia sus
talentos, discriminan a los demás creyendo que no tienen talentos, convierten
sus talentos en engaño.
Dios
organizó el mundo de una manera perfecta. Siempre existirá la posibilidad
que una persona tenga un talento para servir a quien lo necesita. Una cultura
enriquece a otra. Una manera de pensar abre alternativas a los demás, el
talento de personas claves en cada siglo, han beneficiado la historia de la
humanidad. (cfr. Catecismo Iglesia Católica, 1936-1938).
Lastimosamente
hay que decir que existen personas con
excelentes talentos, pero no ofrecen ningún servicio a la sociedad. Grande
será delante de Dios aquella persona que ponga sus talentos al bien, al
servicio, al interés por los demás. El buen ejemplo es la mujer ideal en medio
de su familia (cfr. Proverbios 31, 10-31).
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