18 de agosto de 2024

Los mandamientos son camino hacia la felicidad Evangelio lunes 19 de agosto 2024


LOS MANDAMIENTOS SON EL CAMINO MÁS SEGURO HACIA LA FELICIDAD                                                    Evangelio lunes 19 de agosto 2024
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Se acercó un hombre a Jesús y le preguntó: “Maestro, ¿Qué obras buenas debo hacer para conseguir la Vida eterna?” Jesús le dijo: “¿Cómo me preguntas acerca de lo que es bueno? Uno solo es el Bueno. Si quieres entrar en la Vida eterna, cumple los Mandamientos”.
 
            “¿Cuáles?”, preguntó el hombre. Jesús le respondió: “No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, honrarás a tu padre y a tu madre, y amarás a tu prójimo como a ti mismo”.
 
            El joven dijo: “Todo esto lo he cumplido: ¿qué me queda por hacer?” “Si quieres ser perfecto, le dijo Jesús, ve, vende todo lo que tienes y dalo a los pobres: así tendrás un tesoro en el cielo. Después, ven y sígueme”. Al oír estas palabras, el joven se retiró entristecido, porque poseía muchos bienes.” Mateo 19, 16-22.
 
            ¿Cuál es el sendero más seguro, para ganar la vida eterna? Si se trata de unos criterios básicos, la respuesta sería: Los mandatos de Dios. Si se trata de tener un modelo y ejemplo, la respuesta es: Seguir a Jesucristo. Cumpliendo los mandatos y siguiendo al Maestro de Nazareth, sería suficiente para realizar un apostolado feliz, una vida feliz. 
 
            El decálogo propiamente resume y sintetiza la ley de Dios. En ningún momento sus pende la ley como ordenamiento en una sociedad, sino al contrario, la lleva a su plenitud. El Maestro le advirtió al pueblo judío: “No he venido a abolir la ley o los profetas. Sino para llevarla a su plenitud” (Mateo 5, 17). También el Salvador indicó el futuro de la ley de Dios: “Mientras dure el cielo o la tierra, siempre se cumplirá la ley de Dios” (Mateo 5, 18). La persona que viva y enseñe correctamente la ley de Dios, será grande en el Reino de Dios. (Mateo 5, 19).
 
            El decálogo se puede comprender mejor, desde la genial idea de Dios, de organizar un sistema de comunicación perfecto con su pueblo: “Si ustedes respetan mi Alianza, los tendré por mi propio pueblo”. (Éxodo 19, 5). Nuestra Iglesia Católica nos enseña que la formulación de los mandamientos es tan perfecta que no da lugar a dudas.
 
            Es perfecta porque los tres primeros nos permiten encontrar el camino de Dios. Los siete siguientes, el camino deseado por Dios para nuestra relación con las demás personas. En otras palabras: Los mandatos, regulan nuestra de vida de fe y nuestra vida social. No hay lugar a dudas. “No se puede honrar a otro sin bendecir a Dios su Creador. No se podría adorar a Dios sin amar a todos los hombres, que son sus creaturas”. (cfr. Catecismo, 2064 – 2069).
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