12 de agosto de 2024

PARA DIOS, LOS GRANDES SIRVEN A LOS DEMÁS Evangelio martes 13 de agosto 2024


PARA DIOS, LOS GRANDES SIRVEN A LOS DEMÁS
Evangelio martes 13 de agosto 2024
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Los discípulos se acercaron a Jesús para preguntarle: «¿Quién es el más grande en el Reino de los Cielos?». Jesús llamó a un niño, lo puso en medio de ellos y dijo: «Les aseguro que, si ustedes no cambian o no se hacen como niños, no entrarán en el Reino de los Cielos. Por lo tanto, el que se haga pequeño como este niño, será el más grande en el Reino de los Cielos.
 
            El que recibe a uno de estos pequeños en mi Nombre, me recibe a mí mismo. Cuídense de despreciar a cualquiera de estos pequeños, porque les aseguro que sus ángeles en el cielo están constantemente en presencia de mi Padre celestial.
 
            ¿Qué les parece? Si un hombre tiene cien ovejas, y una de ellas se pierde, ¿no deja las noventa y nueve ovejas restantes en la montaña, para ir a buscar la que se extravió? Y si llega a encontrarla, les aseguro que se alegrará más por ella que por las noventa y nueve que no se extraviaron. De la misma manera, el Padre que está en el cielo no quiere que se pierda ni uno solo de estos pequeños.» Mateo 18, 1-5. 10. 12-14
 
            Mientras los habitantes del mundo están pendientes de ser grandes, llegar muy lejos, ser muy populares ante los demás, obtener cantidad de títulos universitarios, ocupar grandes cargos en la sociedad, imponerse por la soberbia. El Hijo de Dios piensa en la actitud contraria donde el ser humano cree que está la felicidad.
 
Para Dios los grandes, son los humildes, los sencillos, los que se equivocan, los que trabajan por ser mejores cada día, los que evalúan su propia personalidad, los que se dejan guiar por el Espíritu de su Señor, los que están disponibles para servirle a los demás. 
 
            Cuando Jesucristo comenzó a predicar el Reino de su Padre, encontró el tropiezo de una sociedad, soberbia, vanidosa, envidiosa. Una sociedad contraria a los ojos de Dios. Llegó a la conclusión que los humildes son los que entienden y aceptan la Buena Nueva del Reino de Dios. (cfr. Mateo 11, 25-30). El Papa Francisco ofrece una variedad de pensamientos acerca de la humildad. Nos recuerda la propuesta del apóstol san Pablo: “No hagan nada por egoísmo o vanidad; más bien, con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos”. (Filipenses 2, 3-8).
 
            Dice el santo Padre Francisco: Sean personas humildes, no busquen los grupitos de los poderosos o los ideólogos de turno. La autoridad y el poder radica en la humildad. La persona humilde sabe comunicarse con Dios. Si deseas ser autoridad preocúpate por darle ejemplo a los demás. Una persona humilde, es mansa, agradable, no grita, no regaña a los demás. Debes preocuparte de no realizar la falsa carrera de la humildad. No a la farsa en la humildad. (Exhortaciones, año 2018).
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