Evangelio domingo 4 de agosto
2024
Padre, Jairo Yate Ramírez.
Arquidiócesis de Ibagué
“Cuando la
gente vio que Jesús no estaba allí, ni tampoco sus discípulos, subieron a las
barcas y fueron a Cafarnaúm, en busca de
Jesús. Al encontrarle a la orilla del mar, le dijeron: «Rabbí, ¿Cuándo has
llegado aquí?» Jesús les respondió: «En verdad, en verdad os digo: vosotros me
buscáis, no porque habéis visto señales, sino porque habéis comido de los panes
y os habéis saciado.
Obrad, no por el alimento
perecedero, sino por el alimento que permanece para vida eterna, el que os dará
el Hijo del hombre, porque a éste es a quien el Padre, Dios, ha marcado con su
sello.» Ellos le dijeron: «¿Qué hemos de hacer para obrar las obras de Dios?»
Jesús les respondió: «La obra de Dios es que creáis en quien él ha enviado.»
°°° Juan 6, 24-35
La
gran recomendación del Salvador del mundo es: La obra de Dios es que crean en
quien Él ha enviado. En otras
palabras, debe existir un punto de conexión entre la persona creyente y el Hijo
de Dios. Ese punto de conexión es la Eucaristía. Es necesario sostener el
alimento que permanece para la vida eterna.
La
Iglesia Católica ha enseñado que la Eucaristía es el misterio de la fe, es el
compendio y la suma de la fe. Razón tiene Jesucristo en advertir que no
busquemos a Dios por interés, sino como el alimento que necesitamos para vivir
agradablemente nuestra vida y ese mismo alimento nos soportará hasta la eternidad.
El Papa Benedicto XVI en su segunda
exhortación apostólica, denominada: “El sacramento de la caridad”. Advertía
cómo la Eucaristía es culmen de la vida
y misión de la Iglesia. La Eucaristía es un misterio en el cual debemos
creer. La fe de la Iglesia es esencialmente fe eucarística y se alimenta de
modo particular en la mesa de la Eucaristía.
La fe y los sacramentos son dos aspectos
complementarios de la vida eclesial. La fe que suscita el anuncio de la Palabra de
Dios se alimenta y crece en el encuentro de gracia con el Señor resucitado que
se produce en los sacramentos. (Sacramentum Caritatis, 6).
El
Papa Francisco nos recuerda que: Eucaristía es mucho más que un banquete: es
precisamente el memorial de la Pascua de Jesús, el misterio central de la
salvación. «Memorial» no significa sólo un recuerdo, un recuerdo, sino que
quiere decir que cada vez que celebramos este sacramento participamos en el
misterio de la pasión, muerte y resurrección de Cristo. La Eucaristía
constituye la cumbre de la acción de salvación de Dios. (cfr. Audiencia, 5 de
febrero, 2014)
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