AMAR SIN ESPERAR NADA A CAMBIO
“La medida del amor, es amar sin medida”. Evangelio lunes 3 de noviembre 2025
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Jesús dijo al que lo había invitado: “Cuando des un almuerzo o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos, no sea que ellos te inviten a su vez, y así tengas tu recompensa.Al contrario, cuando des un banquete, invita a los pobres, a los lisiados, a los paralíticos, a los ciegos.
¡Feliz de ti, porque ellos no tienen cómo retribuirte, y así tendrás tu recompensa en la resurrección de los justos!”.
Lucas 14, 12-14
Consejos sabios del Salvador del
mundo: Amar sin esperar nada a cambio. Servir sin esperar altos
agradecimientos. Ayudar a los demás sin tener necesidad de recordar siempre lo
que has hecho por ellos. El punto crucial del cristianismo es practicar siempre
la misericordia con todas las personas.
El amor logra su máxima expresión
cuando es incondicional. Así lo propuso el Padre creador, quien desde un
comienzo hizo toda la obra que existe en el mundo y la hizo por amor. Planteó
un plan de salvación para la humanidad y lo centró en el amor a Dios, amor a
los demás y amor a nosotros mismo. Enseñó el perdón con el ejemplo, de aquellos
que aman y tienen la capacidad de perdonar a los demás.
El mismo Dios nos propone pensar en un amor que sea universal y que sea
incondicional. El Hijo de Dios pregunta: “Si aman a los que ustedes los
aman, qué mérito tiene eso? El amor que es de orden divino se combina con
el perdón, con el olvido, sin esperar agradecimientos de la otra persona Así lo
pide el santo Evangelio: “Que tu mano derecha no sepa lo que hace tu
izquierda”. (Mateo 6, 3).
El Papa Francisco nos
recuerda la lógica del amor enseñado por el Nazareno: Parece ser una locura,
pero es la locura de la Cruz: Amen a los enemigos, hagan bien a los que los
odian, bendigan a los que los maldicen, oren por los que los tratan mal. (Lucas
6, 27-38). «Sí, eres cristiano porque has recibido el bautismo, pero no vives
como un cristiano. Vives como un pagano, con el espíritu de mundanalidad».
(cfr. Homilía, 13 de septiembre, 2018).
El propósito es que nos comportemos como los verdaderos hijos de Dios, que hace el bien, que ama, sin tener distinción de personas. La insistencia por parte de Dios será reiteradamente: “Sean misericordiosos” (Lucas 6, 36).
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https://youtu.be/25wJG3DcBa0
