29 de noviembre de 2025

NOVENA A LA INMACULADA CONCEPCIÓN


NOVENA A LA INMACULADA CONCEPCIÓN
29 de noviembre al 7 de diciembre 2025
“La Beatísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de la culpa original desde el primer instante de su concepción.”
Orientador: Padre Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
RECORDEMOS EL DOGMA
“El Papa Pío IX publicó en 1854 la carta apostólica Ineffabilis Deus (Dios inefable) en la que proclamaba el dogma de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María. Dicho dogma explicita la convicción de la Iglesia, a lo largo de la historia, en que María fue preservada del pecado original y sus consecuencias desde su concepción, en virtud a su maternidad divina.”
 
¿POR QUÉ LA INMACULADA CONCEPCIÓN?
Para ser la Madre del Salvador, María fue "dotada por Dios con dones a la medida de una misión tan importante" (Lumen Gentium 56). El ángel Gabriel en el momento de la anunciación la saluda como "llena de gracia" (Lucas 1, 28). En efecto, para poder dar el asentimiento libre de su fe al anuncio de su vocación era preciso que ella estuviese totalmente conducida por la gracia de Dios.
A lo largo de los siglos, la Iglesia ha tomado conciencia de que María "llena de gracia" por Dios (Lucas 1, 28) había sido redimida desde su concepción. Es lo que confiesa el dogma de la Inmaculada Concepción. (Catecismo de la Iglesia: numerales, 490-491).
 
PRIMER DÍA DE LA NOVENA
Sábado 29 de noviembre 2025
 
PETICIÓN PARA EL PRIMER DÍA
Concédenos, Señor la Gracia de ser personas virtuosas y no caer en los excesos de este mundo.
 
ACTO DE CONTRICIÓN
Jesús, mi Señor y Redentor, yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy, y me pesa de todo corazón, porque con ellos he ofendido a un Dios tan bueno. Propongo firmemente no volver a pecar y confío que por tu infinita misericordia me has de conceder el perdón de mis culpas y me has de llevar a la vida eterna. Amén.
 
ORACIÓN PREPARATORIA
A ti, purísima Madre, restauradora del caído linaje de Adán y Eva, venimos confiados y suplicantes en esta Novena, para rogarte nos concedas la gracia de ser verdaderos hijos tuyos y de tu Hijo Jesucristo, libres de toda mancha de pecado. Acuérdate, Virgen Santísima, que fuiste hecha Madre de Dios, no sólo para tu dignidad y gloria, sino también para salvación nuestra y provecho de todo el género humano. Acuérdate que jamás se ha oído decir que uno solo de cuantos han acudido a tu protección e implorado tu socorro haya sido desamparado.
 
CONSIDERACIÓN PARA EL PRIMER DÍA
Escuchemos en silencio la Palabra: “Jesús hablaba a sus discípulos acerca de su venida: Tengan cuidado de no dejarse aturdir por los excesos, la embriaguez y las preocupaciones de la vida, para que ese día no caiga de improviso sobre ustedes como una trampa, porque sobrevendrá a todos los hombres en toda la tierra.” Palabra del Señor. (Lucas 21, 24-36)
 
REFLEXIONEMOS
El apóstol san Pablo recomienda que vivamos de acuerdo al Espíritu de Dios. Esto implica decir que no debemos dejarnos llevar por la tentación de caer en los excesos de este mundo. Por ejemplo: Idolatría, superstición, enemistades, rivalidades, ambiciones, discordias, sectarismos, disensiones. No a todos los excesos de la naturaleza. (cfr. Gálatas 5, 18-26)
 
OREMOS A LA VIRGEN MARÍA
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh, dulce siempre Virgen María!
 
V./ Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
R./ Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
 
R./ Amén
 
ORACIÓN FINAL:
Oh, Dios, que por la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen preparaste una morada digna para tu Hijo, concede, te rogamos, que, así como la preservaste de toda mancha en virtud de la muerte de tu Hijo, que previste, así, por su intercesión, nosotros también podemos ser limpiados y admitidos en tu presencia. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
 
OFRECIMIENTO A LA VIRGEN MARÍA:
¡Oh, Señora mía! ¡Oh, Madre mía! Yo me ofrezco enteramente a ti y en prueba de mi filial afecto te consagro en este día, mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra, todo mi ser. Ya que soy todo tuyo Oh Madre de bondad, guárdame y defiéndeme como a pertenencia y posesión tuya. Amén.
 


SEGUNDO DÍA DE LA NOVENA
DOMINGO 30 de noviembre 2025
 
PETICIÓN PARA EL SEGUNDO DÍA
Concédenos, Señor la Gracia de vivir nuestra fe centrada en tus promesas. Que nadie nos engañe. (cfr. II Tesalonicenses 2, 1-3)
 
ACTO DE CONTRICIÓN
Jesús, mi Señor y Redentor, yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy, y me pesa de todo corazón, porque con ellos he ofendido a un Dios tan bueno. Propongo firmemente no volver a pecar y confío que por tu infinita misericordia me has de conceder el perdón de mis culpas y me has de llevar a la vida eterna. Amén.
 
ORACIÓN PREPARATORIA
A ti, purísima Madre, restauradora del caído linaje de Adán y Eva, venimos confiados y suplicantes en esta Novena, para rogarte nos concedas la gracia de ser verdaderos hijos tuyos y de tu Hijo Jesucristo, libres de toda mancha de pecado. Acuérdate, Virgen Santísima, que fuiste hecha Madre de Dios, no sólo para tu dignidad y gloria, sino también para salvación nuestra y provecho de todo el género humano. Acuérdate que jamás se ha oído decir que uno solo de cuantos han acudido a tu protección e implorado tu socorro haya sido desamparado.
 
CONSIDERACIÓN PARA EL SEGUNDO DÍA
Escuchemos en silencio la Palabra: Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora de la noche va a llegar el ladrón, velaría y no dejaría perforar las paredes de su casa. Ustedes también estén preparados, porque el Hijo del hombre vendrá a la hora menos pensada.” Palabra del Señor.  Mateo 24, 37-44
 
MEDITEMOS
Estar vigilantes, estar atentos, ser responsables, es la recomendación del Ungido de Dios, para que cada persona desde el ambiente de su fe aprenda a comportarse, a tener su ética, a vivir según la moral, ante la expectativa de la venida del Salvador del mundo. Incluso ante la misma muerte.  Consejo sabio, que evita los engaños, personas que manipulan a la sociedad, hablando del fin del mundo, de acuerdo al milenio.
 
OREMOS A LA VIRGEN MARÍA
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh, dulce siempre Virgen María!
 
V./ Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
R./ Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
 
R./ Amén
 
ORACIÓN FINAL:
Oh, Dios, que por la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen preparaste una morada digna para tu Hijo, concede, te rogamos, que, así como la preservaste de toda mancha en virtud de la muerte de tu Hijo, que previste, así, por su intercesión, nosotros también podemos ser limpiados y admitidos en tu presencia. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
 
OFRECIMIENTO A LA VIRGEN MARÍA:
¡Oh, Señora mía! ¡Oh, Madre mía! Yo me ofrezco enteramente a ti y en prueba de mi filial afecto te consagro en este día, mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra, todo mi ser. Ya que soy todo tuyo Oh Madre de bondad, guárdame y defiéndeme como a pertenencia y posesión tuya. Amén.
 
TERCER DÍA DE LA NOVENA
LUNES 1 de diciembre 2025
 
PETICIÓN PARA EL TERCER DÍA
Concédenos, Señor la Gracia de tener una Fe totalmente confiada en tu amor y tu misericordia. “No somos dignos que entres en nuestra casa. Basta que lo digas de palabra”. (Mateo 8, 6)
 
ACTO DE CONTRICIÓN
Jesús, mi Señor y Redentor, yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy, y me pesa de todo corazón, porque con ellos he ofendido a un Dios tan bueno. Propongo firmemente no volver a pecar y confío que por tu infinita misericordia me has de conceder el perdón de mis culpas y me has de llevar a la vida eterna. Amén.
 
ORACIÓN PREPARATORIA
A ti, purísima Madre, restauradora del caído linaje de Adán y Eva, venimos confiados y suplicantes en esta Novena, para rogarte nos concedas la gracia de ser verdaderos hijos tuyos y de tu Hijo Jesucristo, libres de toda mancha de pecado. Acuérdate, Virgen Santísima, que fuiste hecha Madre de Dios, no sólo para tu dignidad y gloria, sino también para salvación nuestra y provecho de todo el género humano. Acuérdate que jamás se ha oído decir que uno solo de cuantos han acudido a tu protección e implorado tu socorro haya sido desamparado.
 
CONSIDERACIÓN PARA EL TERCER DÍA
Escuchemos en silencio la Palabra: “el centurión respondió: “Señor, no soy digno de que entres en mi casa; basta que digas una palabra y mi sirviente se sanará. Porque cuando yo, que no soy más que un oficial subalterno, digo a uno de los soldados que están a mis órdenes. °°° Al oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que lo seguían: “Les aseguro que no he encontrado a nadie en Israel que tenga tanta fe.” (Mateo 8, 5-11).
 
REFLEXIONEMOS
La gran Fe en una persona.  ¿En qué consiste? En alguien que con el tiempo fue conociendo la Palabra de Dios. Se puso a vivir de acuerdo a esa Palabra. Fue madurando hasta logró la total confianza en Dios. Una buena persona de Fe es sencilla, humilde, sabe escuchar, está atenta, reconoce la grandeza en los demás.
 
OREMOS A LA VIRGEN MARÍA
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh, dulce siempre Virgen María!
 
V./ Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
R./ Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
 
R./ Amén
 
ORACIÓN FINAL:
Oh, Dios, que por la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen preparaste una morada digna para tu Hijo, concede, te rogamos, que, así como la preservaste de toda mancha en virtud de la muerte de tu Hijo, que previste, así, por su intercesión, nosotros también podemos ser limpiados y admitidos en tu presencia. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
 
OFRECIMIENTO A LA VIRGEN MARÍA:
¡Oh, Señora mía! ¡Oh, Madre mía! Yo me ofrezco enteramente a ti y en prueba de mi filial afecto te consagro en este día, mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra, todo mi ser. Ya que soy todo tuyo Oh Madre de bondad, guárdame y defiéndeme como a pertenencia y posesión tuya. Amén.
 

CUARTO DÍA DE LA NOVENA
MARTES 2 de diciembre 2025
 
PETICIÓN PARA EL CUARTO DÍA
Concédenos, Señor el don de la sabiduría para cumplir la misión que Tú mismo nos encomiendas. “Nadie sabe quién es el Hijo, sino el Padre, como nadie sabe quién es el Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar”. Lucas 10, 22.
 
ACTO DE CONTRICIÓN
Jesús, mi Señor y Redentor, yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy, y me pesa de todo corazón, porque con ellos he ofendido a un Dios tan bueno. Propongo firmemente no volver a pecar y confío que por tu infinita misericordia me has de conceder el perdón de mis culpas y me has de llevar a la vida eterna. Amén.
 
ORACIÓN PREPARATORIA
A ti, purísima Madre, restauradora del caído linaje de Adán y Eva, venimos confiados y suplicantes en esta Novena, para rogarte nos concedas la gracia de ser verdaderos hijos tuyos y de tu Hijo Jesucristo, libres de toda mancha de pecado. Acuérdate, Virgen Santísima, que fuiste hecha Madre de Dios, no sólo para tu dignidad y gloria, sino también para salvación nuestra y provecho de todo el género humano. Acuérdate que jamás se ha oído decir que uno solo de cuantos han acudido a tu protección e implorado tu socorro haya sido desamparado.
 
CONSIDERACIÓN PARA EL CUARTO DÍA
Escuchemos en silencio la Palabra: ““Al regresar los setenta y dos discípulos de su misión, Jesús se estremeció de gozo, movido por el Espíritu Santo, y dijo: “Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque, habiendo ocultad o estas cosas a los sabios y a los prudentes, las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así lo has querido.” Palabra del Señor. Lucas 10, 21-24
 
MEDITEMOS
¿En dónde está la verdadera sabiduría? El Salvador del mundo da gracias a Dios porque se le ocurrió la genial idea de enseñar la verdadera sabiduría a los pequeños, a los humildes y a los sencillos de corazón. Darle gracias a Dios porque le dio una gran lección a todos aquellos que se dejan llevar por la debilidad de la soberbia, la arrogancia y la prepotencia humana. Queda probado que la sabiduría no está en la cantidad de conocimientos que una persona pueda acumular, en la cantidad de títulos universitarios, en la posible cantidad de destrezas que pueda tener una persona. Quien es sabio, hace la voluntad de Dios.
 
OREMOS A LA VIRGEN MARÍA
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh, dulce siempre Virgen María!
 
V./ Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
R./ Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
 
R./ Amén
 
ORACIÓN FINAL:
Oh, Dios, que por la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen preparaste una morada digna para tu Hijo, concede, te rogamos, que, así como la preservaste de toda mancha en virtud de la muerte de tu Hijo, que previste, así, por su intercesión, nosotros también podemos ser limpiados y admitidos en tu presencia. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
 
OFRECIMIENTO A LA VIRGEN MARÍA:
¡Oh, Señora mía! ¡Oh, Madre mía! Yo me ofrezco enteramente a ti y en prueba de mi filial afecto te consagro en este día, mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra, todo mi ser. Ya que soy todo tuyo Oh Madre de bondad, guárdame y defiéndeme como a pertenencia y posesión tuya. Amén.
 
 

QUINTO DÍA DE LA NOVENA
MIÉRCOLES 3 de diciembre 2025
 
PETICIÓN PARA EL QUINTO DÍA
Concédenos, Señor la Gracia de ser buenos, justos y compasivos como lo eres Tú. “Todos glorificaban al Dios de Israel por su misericordia” (Mateo 15, 31)
 
ACTO DE CONTRICIÓN
Jesús, mi Señor y Redentor, yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy, y me pesa de todo corazón, porque con ellos he ofendido a un Dios tan bueno. Propongo firmemente no volver a pecar y confío que por tu infinita misericordia me has de conceder el perdón de mis culpas y me has de llevar a la vida eterna. Amén.
 
ORACIÓN PREPARATORIA
A ti, purísima Madre, restauradora del caído linaje de Adán y Eva, venimos confiados y suplicantes en esta Novena, para rogarte nos concedas la gracia de ser verdaderos hijos tuyos y de tu Hijo Jesucristo, libres de toda mancha de pecado. Acuérdate, Virgen Santísima, que fuiste hecha Madre de Dios, no sólo para tu dignidad y gloria, sino también para salvación nuestra y provecho de todo el género humano. Acuérdate que jamás se ha oído decir que uno solo de cuantos han acudido a tu protección e implorado tu socorro haya sido desamparado.
 
CONSIDERACIÓN PARA EL QUINTO DÍA
Escuchemos en silencio la Palabra: ““Jesús llegó a orillas del mar de Galilea y, subiendo a la montaña, se sentó. Una gran multitud acudió a Él, llevando paralíticos, lisiados, ciegos, mudos y muchos otros enfermos. Los pusieron a sus pies y Él los sanó. La multitud se admiraba al ver que los mudos hablaban, los inválidos quedaban sanos, los paralíticos caminaban y los ciegos recobraban la vista.” Palabra del Señor. Mateo 15, 29-37
 
MEDITEMOS
Jesucristo nos enseña a pensar siempre en los demás. El sentido altruista es importante en la vivencia de la Fe, en la misión, en la enseñanza de la Palabra, en el trato con los demás. Pensar en los demás es lo que nos enseña el Salvador. “Con unos panes y peces el Nazareno le dejó una gran lección a la humanidad”.
            Compasión y misericordia están a la base de la misión de Jesús de Nazareth. Todo aquel que desee seguirlo a Él, proclamar su mensaje de salvación, deberá distinguirse en ese mismo ambiente.
 
OREMOS A LA VIRGEN MARÍA
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh, dulce siempre Virgen María!
 
V./ Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
R./ Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
 
R./ Amén
 
ORACIÓN FINAL:
Oh, Dios, que por la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen preparaste una morada digna para tu Hijo, concede, te rogamos, que, así como la preservaste de toda mancha en virtud de la muerte de tu Hijo, que previste, así, por su intercesión, nosotros también podemos ser limpiados y admitidos en tu presencia. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
 
OFRECIMIENTO A LA VIRGEN MARÍA:
¡Oh, Señora mía! ¡Oh, Madre mía! Yo me ofrezco enteramente a ti y en prueba de mi filial afecto te consagro en este día, mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra, todo mi ser. Ya que soy todo tuyo Oh Madre de bondad, guárdame y defiéndeme como a pertenencia y posesión tuya. Amén.
 
SEXTO DÍA DE LA NOVENA
JUEVES 4 de diciembre 2025
 
PETICIÓN PARA EL SEXTO DÍA
Concédenos, Señor la Gracia de ser católicos, creyentes, que demos testimonio bueno y verdadero de nuestra Fe ante los demás. “No todo el que me diga Señor, Señor, entrará en el Reino de Dios”. Mateo 7, 21.
 
ACTO DE CONTRICIÓN
Jesús, mi Señor y Redentor, yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy, y me pesa de todo corazón, porque con ellos he ofendido a un Dios tan bueno. Propongo firmemente no volver a pecar y confío que por tu infinita misericordia me has de conceder el perdón de mis culpas y me has de llevar a la vida eterna. Amén.
 
ORACIÓN PREPARATORIA
A ti, purísima Madre, restauradora del caído linaje de Adán y Eva, venimos confiados y suplicantes en esta Novena, para rogarte nos concedas la gracia de ser verdaderos hijos tuyos y de tu Hijo Jesucristo, libres de toda mancha de pecado. Acuérdate, Virgen Santísima, que fuiste hecha Madre de Dios, no sólo para tu dignidad y gloria, sino también para salvación nuestra y provecho de todo el género humano. Acuérdate que jamás se ha oído decir que uno solo de cuantos han acudido a tu protección e implorado tu socorro haya sido desamparado.
 
CONSIDERACIÓN PARA EL SEXTO DÍA
Escuchemos en silencio la Palabra: “Todo el que escucha las palabras que acabo de decir y las pone en práctica, puede compararse a un hombre sensato que edificó su casa sobre roca. Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplar on los vientos y sacudieron la casa; pero ésta no se derrumbó, porque estaba construida sobre roca.” Palabra del Señor. Mateo 7, 24-27
 
MEDITEMOS
La fe se demuestra más con las obras que con las mismas palabras. El Salvador del mundo nos propone el camino de hacer la voluntad de voluntad de Dios para que podamos ser el reflejo de la Fe que Él espera de cada uno de nosotros. El apóstol san Pablo que toda persona debe vivir su Fe desde la humildad, la mansedumbre y la paciencia. (Colosenses 3, 12). La fe se expresa desde el amor. “amar a los demás” (Juan 13, 34). La fe se convierte en servicio. “El más importante debe servir a los demás”.
 
OREMOS A LA VIRGEN MARÍA
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh, dulce siempre Virgen María!
 
V./ Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
R./ Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
 
R./ Amén
 
ORACIÓN FINAL:
Oh, Dios, que por la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen preparaste una morada digna para tu Hijo, concede, te rogamos, que, así como la preservaste de toda mancha en virtud de la muerte de tu Hijo, que previste, así, por su intercesión, nosotros también podemos ser limpiados y admitidos en tu presencia. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
 
OFRECIMIENTO A LA VIRGEN MARÍA:
¡Oh, Señora mía! ¡Oh, Madre mía! Yo me ofrezco enteramente a ti y en prueba de mi filial afecto te consagro en este día, mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra, todo mi ser. Ya que soy todo tuyo Oh Madre de bondad, guárdame y defiéndeme como a pertenencia y posesión tuya. Amén.
 
SÉPTIMO DÍA DE LA NOVENA
VIERNES 5 de diciembre 2025
 
PETICIÓN PARA EL SÉPTIMO DÍA
Concédenos, Señor la Gracia de que nuestras vidas se perfeccionen de acuerdo a nuestra Fe. “Jesús les tocó los ojos, diciendo: “Que suceda como ustedes han creído”. Y se les abrieron sus ojos”. Mateo 9, 29.
 
ACTO DE CONTRICIÓN
Jesús, mi Señor y Redentor, yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy, y me pesa de todo corazón, porque con ellos he ofendido a un Dios tan bueno. Propongo firmemente no volver a pecar y confío que por tu infinita misericordia me has de conceder el perdón de mis culpas y me has de llevar a la vida eterna. Amén.
 
ORACIÓN PREPARATORIA
A ti, purísima Madre, restauradora del caído linaje de Adán y Eva, venimos confiados y suplicantes en esta Novena, para rogarte nos concedas la gracia de ser verdaderos hijos tuyos y de tu Hijo Jesucristo, libres de toda mancha de pecado. Acuérdate, Virgen Santísima, que fuiste hecha Madre de Dios, no sólo para tu dignidad y gloria, sino también para salvación nuestra y provecho de todo el género humano. Acuérdate que jamás se ha oído decir que uno solo de cuantos han acudido a tu protección e implorado tu socorro haya sido desamparado.
 
CONSIDERACIÓN PARA EL SÉPTIMO DÍA
Escuchemos en silencio la Palabra: “Dos ciegos siguieron a Jesús, gritando: “Ten piedad de nosotros, Hijo de David”. Al llegar a la casa, los ciegos se le acercaron, y él les preguntó: “¿Creen que yo puedo hacer lo que me piden?” Ellos le respondieron: “Sí, Señor”. Mateo 9, 27-31
 
MEDITEMOS
La fe transforma sustancialmente nuestras vidas cuando le pedimos a Dios que nos permita ver la vida desde la Esperanza cristiana. La Fe transforma cuando creemos en lo que estamos pidiendo. La Fe transforma cuando obedecemos el mandato divino el cual dice: “Que suceda como ustedes han creído”.
El Hijo de Dios propone una Fe como Gracia de Dios, como mandato divino, como motivo de Esperanza para la misión de anunciar su Palabra. Una persona Fe hace la voluntad de Dios.
 
OREMOS A LA VIRGEN MARÍA
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh, dulce siempre Virgen María!
 
V./ Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
R./ Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
 
R./ Amén
 
ORACIÓN FINAL:
Oh, Dios, que por la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen preparaste una morada digna para tu Hijo, concede, te rogamos, que, así como la preservaste de toda mancha en virtud de la muerte de tu Hijo, que previste, así, por su intercesión, nosotros también podemos ser limpiados y admitidos en tu presencia. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
 
OFRECIMIENTO A LA VIRGEN MARÍA:
¡Oh, Señora mía! ¡Oh, Madre mía! Yo me ofrezco enteramente a ti y en prueba de mi filial afecto te consagro en este día, mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra, todo mi ser. Ya que soy todo tuyo Oh Madre de bondad, guárdame y defiéndeme como a pertenencia y posesión tuya. Amén.
 
 

OCTAVO DÍA DE LA NOVENA
SÁBADO 6 de diciembre 2025
 
PETICIÓN PARA EL OCTAVO DÍA
Concédenos, Señor la Gracia de ser compasivos y pensar lo mucho que podemos hacer por los demás, siguiendo la enseñanzas tuyas. “La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha”. Mateo 9, 37-38.
 
ACTO DE CONTRICIÓN
Jesús, mi Señor y Redentor, yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy, y me pesa de todo corazón, porque con ellos he ofendido a un Dios tan bueno. Propongo firmemente no volver a pecar y confío que por tu infinita misericordia me has de conceder el perdón de mis culpas y me has de llevar a la vida eterna. Amén.
 
ORACIÓN PREPARATORIA
A ti, purísima Madre, restauradora del caído linaje de Adán y Eva, venimos confiados y suplicantes en esta Novena, para rogarte nos concedas la gracia de ser verdaderos hijos tuyos y de tu Hijo Jesucristo, libres de toda mancha de pecado. Acuérdate, Virgen Santísima, que fuiste hecha Madre de Dios, no sólo para tu dignidad y gloria, sino también para salvación nuestra y provecho de todo el género humano. Acuérdate que jamás se ha oído decir que uno solo de cuantos han acudido a tu protección e implorado tu socorro haya sido desamparado.
 
CONSIDERACIÓN PARA EL OCTAVO DÍA
Escuchemos en silencio la Palabra: “Jesús recorría todas las ciudades y los pueblos, enseñando en las sinagogas de ellos, proclamando la Buena Noticia del Reino y sanando todas las enfermedades y dolencias. Al ver a la multitud, tuvo compasión, porque estaban fatigados y abatidos, como ovejas que no tienen pastor”. Palabra del Señor.  Mateo 9, 35 – 10, 1. 6-8
 
MEDITEMOS
¿Cuál es el modelo de personas que el Hijo de Dios desea para que sean los mensajeros de su bondad y compasión con la situación que viven muchos en la sociedad?  Dios desea personas valientes, creativas, perseverantes, que no defrauden al Maestro. Personas llenas de compasión y misericordia. 
Un excelente modelo de compasión es Jesús de Nazareth. Se compadeció de la multitud que estaba, como ovejas sin pastor. Lloró profundamente ante la tumba de su amigo Lázaro. Tuvo compasión de un leproso. Se lamentó de Jerusalén
 
OREMOS A LA VIRGEN MARÍA
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh, dulce siempre Virgen María!
 
V./ Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
R./ Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
 
R./ Amén
 
ORACIÓN FINAL:
Oh, Dios, que por la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen preparaste una morada digna para tu Hijo, concede, te rogamos, que, así como la preservaste de toda mancha en virtud de la muerte de tu Hijo, que previste, así, por su intercesión, nosotros también podemos ser limpiados y admitidos en tu presencia. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
 
OFRECIMIENTO A LA VIRGEN MARÍA:
¡Oh, Señora mía! ¡Oh, Madre mía! Yo me ofrezco enteramente a ti y en prueba de mi filial afecto te consagro en este día, mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra, todo mi ser. Ya que soy todo tuyo Oh Madre de bondad, guárdame y defiéndeme como a pertenencia y posesión tuya. Amén.
 
ÚLTIMO DÍA DE LA NOVENA
DOMINGO 6 de diciembre 2025
 
PETICIÓN PARA EL ÚLTIMO DÍA
Concédenos, Señor la Gracia de que aceptemos: Sin nuestra conversión personal no hay salvación. "Una voz grita en el desierto: Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos". Marcos 3, 1.
 
ACTO DE CONTRICIÓN
Jesús, mi Señor y Redentor, yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy, y me pesa de todo corazón, porque con ellos he ofendido a un Dios tan bueno. Propongo firmemente no volver a pecar y confío que por tu infinita misericordia me has de conceder el perdón de mis culpas y me has de llevar a la vida eterna. Amén.
 
ORACIÓN PREPARATORIA
A ti, purísima Madre, restauradora del caído linaje de Adán y Eva, venimos confiados y suplicantes en esta Novena, para rogarte nos concedas la gracia de ser verdaderos hijos tuyos y de tu Hijo Jesucristo, libres de toda mancha de pecado. Acuérdate, Virgen Santísima, que fuiste hecha Madre de Dios, no sólo para tu dignidad y gloria, sino también para salvación nuestra y provecho de todo el género humano. Acuérdate que jamás se ha oído decir que uno solo de cuantos han acudido a tu protección e implorado tu socorro haya sido desamparado.
 
CONSIDERACIÓN PARA EL ÚLTIMO DÍA
Escuchemos en silencio la Palabra: “La gente de Jerusalén, de toda la Judea y de toda la región del Jordán iba a su encuentro, y se hacía bautizar por él en las aguas del Jordán, confesando sus pecados.  Al ver que muchos fariseos y saduceos se acercaban a recibir su bautismo, Juan les dijo: «Raza de víboras, ¿quién les enseñó a escapar de la ira de Dios que se acerca? Produzcan el fruto de una sincera conversión.” °°° Palabra del Señor.  Mateo 3, 1-12
 
MEDITEMOS
Se podría decir sin lugar a equivocarnos que la “Conversión es la propuesta para la salvación” Bíblicamente existen dos personajes que nos permiten creer y seguir fielmente a Aquel que le cambió sustancialmente el rumbo a la historia. La misión de Juan el Bautista marcó un hito sagrado en la historia. Su misión fue esencialmente la de precursor. El Hijo de Dios fue enviado por el Padre celestial para Instaurar su Reino y proponer la salvación. Su condición es: “El que se convierta que se bautice y se salvará”.  (Marcos 16, 16)
 
OREMOS A LA VIRGEN MARÍA
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh, dulce siempre Virgen María!
 
V./ Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
R./ Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
 
R./ Amén
 
ORACIÓN FINAL:
Oh, Dios, que por la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen preparaste una morada digna para tu Hijo, concede, te rogamos, que, así como la preservaste de toda mancha en virtud de la muerte de tu Hijo, que previste, así, por su intercesión, nosotros también podemos ser limpiados y admitidos en tu presencia. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
 
OFRECIMIENTO A LA VIRGEN MARÍA:
¡Oh, Señora mía! ¡Oh, Madre mía! Yo me ofrezco enteramente a ti y en prueba de mi filial afecto te consagro en este día, mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra, todo mi ser. Ya que soy todo tuyo Oh Madre de bondad, guárdame y defiéndeme como a pertenencia y posesión tuya. Amén.
 
LETANÍAS A LA VIRGEN
Señor, ten piedad Cristo, ten piedad Señor, ten piedad. Cristo, óyenos. Cristo, escúchanos. Dios, Padre celestial, ten piedad de nosotros. Dios, Hijo, Redentor del mundo, Dios, Espíritu Santo,
Santísima Trinidad, un solo Dios,
Santa María, ruega por nosotros. Santa Madre de Dios, Santa Virgen de las Vírgenes, Madre de Cristo, Madre de la Iglesia, Madre de la divina gracia, Madre purísima, Madre castísima, Madre siempre virgen, Madre inmaculada, Madre amable, Madre admirable, Madre del buen consejo, Madre del Creador, Madre del Salvador, Madre de misericordia,
Virgen prudentísima, Virgen digna de veneración, Virgen digna de alabanza, Virgen poderosa,
Virgen clemente, Virgen fiel, Espejo de justicia, Trono de la sabiduría, Causa de nuestra alegría,
Vaso espiritual, Vaso digno de honor, Vaso de insigne devoción, Rosa mística, Torre de David,
Torre de marfil, Casa de oro, Arca de la Alianza, Puerta del cielo, Estrella de la mañana, Salud de los enfermos, Refugio de los pecadores, Consoladora de los afligidos, Auxilio de los cristianos, Reina de los Ángeles, Reina de los Patriarcas, Reina de los Profetas, Reina de los Apóstoles, Reina de los Mártires, Reina de los Confesores, Reina de las Vírgenes, Reina de todos los Santos, Reina concebida sin pecado original, Reina asunta a los Cielos, Reina del Santísimo Rosario, Reina de la familia, Reina de la paz.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, perdónanos, Señor. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, escúchanos, Señor. Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten misericordia de nosotros.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios. Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.
 
ORACIÓN:
 
Te rogamos nos concedas, Señor Dios nuestro, gozar de continua salud de alma y cuerpo, y por la gloriosa intercesión de la bienaventurada siempre Virgen María, vernos libres de las tristezas de la vida presente y disfrutar de las alegrías eternas. Por Cristo nuestro Señor. Amén.