23 de marzo de 2025

APRENDEMOS A PENSAR COMO DIOS Evangelio lunes 24 de marzo 2025


DEBEMOS APRENDER A PENSAR COMO DIOS                                                   
Evangelio lunes 24 de marzo 2025
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Cuando Jesús llegó a Nazaret, dijo a la multitud en la sinagoga: “Les aseguro que ningún profeta es bien recibido en su tierra. Yo les aseguro que había muchas viudas en Israel en el tiempo de Elías, cuando durante tres años y seis meses no hubo lluvia del cielo y el hambre azotó a todo el país.
 
            Sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una viuda de Sarepta, en el país de Sidón.
            También había muchos leprosos en Israel, en el tiempo del profeta Elíseo, pero ninguno de ellos fue sanado, sino Naamán, el sirio”.
 
            Al oír estas palabras, todos los que estaban en la sinagoga se enfurecieron y, levantándose, lo empujaron fuera de la ciudad.” °°° Lucas 4, 24-30.
 
            Es muy cierto que nadie es profeta en su tierra. Es una máxima bíblica, es un aforismo popular, es una realidad taxativa. Jesucristo desea que encontremos la razón fundamental por la cual muchas personas desprecian el verdadero sentido cristiano de la fe. El único Dios. La única gracia. La única redención. La respuesta puede estar en el imperativo del antiguo aforismo filosófico: “Todo extremo es malo”.  Aristóteles tenía razón cuando afirmó: “La virtud es una disposición voluntaria que consiste en un término medio entre dos extremos malos, el uno por exceso y el otro por defecto”.
 
            El legalismo ha hecho mucho mal en la historia de la fe y de la religión. Algunas personas desprecian a un profeta, desprecian la salvación, creen que no necesitan de ninguna ayuda, piensan que cumplir con las leyes formales, con eso es suficiente. Si nuestra mentalidad es tan legalista, nunca podremos entender las bondades que viene a traer el hijo de Dios. La Escritura dirá: “los que estaban en la sinagoga se enfurecieron y, levantándose, lo empujaron fuera de la ciudad.” (Lucas 4, 29).
 
            Si el legalismo tuviese la razón, nos podríamos preguntar: ¿Por qué Dios envió a Elías a cumplir su misión y le pidió que fuera solo a Sarepta de Sidón? que allí sería atendido por una viuda. (cfr. 1 Reyes 17, 9-14). ¿Por qué Naamán el Sirio fue curado cuando obedeció y se sumergió 7 veces en el Jordán? (cfr. 2 Reyes 5, 14-20). Tener una mentalidad extrema no beneficia para ser modelo de vida en una religión.
 
            Para entendernos con Dios, debemos aceptar que la lógica de Dios es diferente a la nuestra. Dice el profeta: «Mis planes no son vuestros planes, vuestros caminos no son mis caminos» (Isaías 55, 8).
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