Evangelio viernes 14 de marzo 2025
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Jesús dijo
a sus discípulos:
Ustedes han oído que se dijo a los
antepasados: «No matarás», y el que mata, debe ser llevado ante el tribunal.
Pero Yo les digo que todo aquél que se irrita contra su hermano, merece ser
condenado por un tribunal. Y todo aquél que lo insulta, merece ser castigado
por el Tribunal. Y el que lo maldice, merece el infierno.
Por lo tanto, si al presentar tu
ofrenda en el altar, te acuerdas de que tu hermano tiene alguna queja contra
ti, deja tu ofrenda ante el altar, ve a reconciliarte con tu hermano, y sólo
entonces vuelve a presentar tu ofrenda.” °°° Mateo 5, 20-26.
La
sabiduría divina nos enseña a resolver los conflictos, para lograr una sana
convivencia social, y así poder ser ejemplo para los demás. La clave está
en no convertirnos en jueces de los demás. Para Dios es muy importante que
hombres y mujeres aprendamos a vivir como hermanos, a tratarnos como fieles
creyentes, a construir un mundo en medio de la paz y la armonía familiar.
Gracias
a los estudiosos de la Sagrada Escritura sabemos que los escribas iban más allá
de la interpretación de las escrituras, y añadieron muchas tradiciones
humanas a lo que Dios había dicho. Ellos se convirtieron en profesionales en
explicar la letra de la ley, ignorando el espíritu detrás de ella. Las cosas
empeoraron tanto, que las regulaciones y las tradiciones que los escribas
añadieron a la ley se consideraron más importantes que la propia ley. Esto dio
lugar a muchos enfrentamientos entre Jesús, los fariseos y los escribas.
Jesucristo advierte que la justicia
de los escribas no es suficiente para que alguien llegue al cielo. (cfr. Mateo
5, 20). Lo que realmente desea Dios en oposición a escribas y fariseos es que
vivamos como hermanos y nos tratemos con dignidad. No se logrará la verdadera convivencia social, mientras no se supere el
dualismo: “Predica, pero no aplica”.
Jesucristo
denuncia la hipocresía de Fariseos y de Escribas. “Ellos dicen y no hacen”.
(Mateo 23, 3). Una religión no es para aparentar a los demás. (Mateo 23, 5). La
religión no es para buscar privilegios. (Mateo 23, 6). La verdadera religión es ser hermano con el otro y servir a los demás.
(Mateo 23, 11). El Hijo de Dios, advierte estar atentos a no caer en la
tentación de los fariseos: “Los Ayes” (cfr. Mateo 23, 14-33).
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