9 de marzo de 2025

¿Qué sabemos sobre el juicio final? Evangelio lunes 10 de marzo 2025


¿QUÉ SABEMOS SOBRE EL JUICIO FINAL?                                            
Evangelio lunes 10 de marzo 2025
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
“Jesús dijo a sus discípulos: Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria acompañado de todos sus ángeles, entonces se sentará en su trono de gloria. Serán congregadas delante de él todas las naciones, y él separará a los unos de los otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos.
 
            Pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. Entonces dirá el Rey a los de su derecha: "Venid, benditos de mi Padre, recibid la herencia del Reino preparado para vosotros desde la creación del mundo.
 
            Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; era forastero, y me acogisteis; estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a verme." Entonces los justos le responderán: "Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; ¿o sediento, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero, y te acogimos; ¿o desnudo, y te vestimos? °°° Mateo 25, 31-46.
 
            ¿Qué sabemos acerca del juicio final? Es muy importante darle la Palabra al Hijo de Dios. Históricamente muchos han ido engañando a la humanidad con la interpretación del fin del mundo, con el juicio de Dios. Lo que sabemos es lo siguiente: Jesucristo anunció en su predicación el juicio del último día.
 
Es el momento delante de Dios donde cada cual se presenta con los comportamientos de su propia conducta. La Escritura advierte: No caigan en las tentaciones de los escribas y fariseos con una religión de apariencia. (cfr. Marcos 12, 38-40).
 
            La incredulidad saldrá a la luz en el momento final. (cfr. Mateo 11, 20-24). Dios preguntará por la forma, como tratamos a los demás en este mundo. “Todo aquel que se encolerice contra los demás, deberá rendir cuentas” (Mateo 5, 22). El Hijo de Dios nos pedirá que evaluemos nuestras vidas con la siguiente máxima: "Cuanto hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis" (Mateo 25, 40). El único que tiene derecho a juzgar la humanidad es Jesús de Nazareth. (cfr. Juan 5, 22). (cfr. Catecismo # 678-682).
 
            ¿Cuál puede ser la respuesta más efectiva al juicio final? Que nos preocupemos por vivir nuestra fe todo el tiempo, desde el ambiente de la caridad y la misericordia. El Papa Francisco enseña que la caridad y la misericordia son el modo de ser de Dios.
 
La caridad, por tanto, está en el centro de la vida de la Iglesia, y es verdaderamente su corazón, como decía santa Teresa del Niño Jesús. Debemos ver la caridad divina como la brújula que orienta nuestra vida, antes de encaminarnos en cualquier actividad: aprendemos cómo mirar a los hermanos y al mundo. «Ubi amor, ibi oculus», decían los hombres medievales: donde está el amor, está la capacidad de ver. Sólo «si permanecemos en su amor» (cf. Juan 15,1-17) (cfr. Mensaje, 16 de febrero, 2016).
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