Evangelio martes 25 de marzo 2025
Padre, Jairo Yate Ramírez. Arquidiócesis de Ibagué
El Ángel entró en su casa y la
saludó, diciendo: “¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo”. Al oír
estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar
ese saludo. Pero el Ángel le dijo: “No temas, María, porque Dios te ha
favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; Él
será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de
David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no
tendrá fin”.
María dijo al Ángel: “¿Cómo puede
ser eso, si yo no tengo relación con ningún hombre?” El Ángel le respondió: “El
Espíritu Santo descenderá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su
sombra.” Lucas 1, 26-38.
Dios
toma la iniciativa, prepara desde un primer momento el desarrollo de la
historia de la salvación. La futura madre del Hijo de Dios, ya existía en la
mente de divina. Con sabiduría y desde la gracia de Dios, María fue
preparada para esa gran misión. Ella inicia su vida en el vientre de su madre,
como aquella concebida sin pecado original. Así lo definió la Iglesia Católica
cuando afirmó que ella “había sido preservada de toda mancha desde el primer
instante de su concepción” (Pio IX, año 1854).
Dios
se vale de la misma creación para que su voz sea escuchada por todos los
rincones de la tierra, siempre ha tenido la diligencia y delicadeza para
comunicar sus deseos, no hizo nada sin avisar a la humanidad su cometido. Su
método es la anunciación. Por ejemplo: Dios le anuncia a Abraham que Saray
no se llamará más Saray sino Sara, porque Él la va a bendecir y ella dará a luz
un hijo. Le puso por nombre Isaac. (Génesis 17, 15-19). Dios escuchó las
súplicas de Raquel y le anunció que ella iba a tener un hijo. Le puso por
nombre José. (Génesis 30, 22-24).
Dios tuvo compasión de Manoaj que
vivía en Sorá y le dio la gracia a su esposa de tener un hijo. Le colocaron
como nombre Sansón. (Jueces 13, 2-24). Ana recibe su mejor anuncio para su
vida. Ella va a tener un hijo y le pondrá por nombre Samuel. (1 Samuel 1,
9-20).
Dios le regala a la Santísima Virgen
María la mejor noticia de su vida. “Va a quedar en cinta y dará a luz un hijo,
le pondrá por nombre Jesús. Ese hijo será la bendición y salvación para toda la
humanidad.
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